Retos y oportunidades del sistema de cuota alimentaria en Colombia

“Cerca de la tercera parte de las personas que reciben la cuota alimentaria, logran salir de la situación de pobreza gracias a esa transferencia (*)”: Laura Cuesta, investigadora de la Universidad de Rutgers, invitada por la Maestría en Estudios de Familia.

La Maestría en Estudios de Familia de la Universidad Externado de Colombia organizó un seminario en el que participaron varios expertos para analizar el sistema de cuota alimentaria y su importancia para el bienestar de los hogares.

La economista y doctora en Bienestar Social, Laura Cuesta, manifestó que algunos estudios han demostrado que cerca de la tercera parte de las personas que reciben la cuota alimentaria, y que estaban viviendo en condición de pobreza, lograron salir de esta situación gracias a esa transferencia.

Cuesta, quien también es profesora en la Universidad de Rutgers, New Jersey, afirmó que es importante entender en qué medida esas transacciones generan un efecto permanente en el bienestar económico de los niños y de las familias y, en términos de política, cuál es el mecanismo mediante el cual la cuota alimentaria podría reducir la pobreza y la seguridad alimentaria: “el reto es entender qué diferencia ese dinero que proviene de los recursos de un padre o madre que no reside con sus hijos, comparado con los ingresos que provienen de unos padres que sí conviven, del Gobierno e, incluso, de otros miembros de la familia”.

Entretanto, Lilia Zabala, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, mencionó que, para fijar una cuota de alimentos, hay que determinar ante el juez tres elementos: (I) el vínculo jurídico, que es el reconocimiento de ese padre hacia ese hijo; (II) los gastos del menor, como la pensión del colegio, la comida, la ropa, entre otros y (III) la capacidad económica del alimentante.

La docente también expresó la importancia de revisar por qué se están incumpliendo las cuotas alimentarias en Colombia, ya que, según algunos estudios realizados con personas privadas de la libertad que no cumplen con la cuota alimentaria, la razón de este incumplimiento no solo radica en una incapacidad económica, sino en no querer tener ningún tipo de vínculo afectivo o emocional con sus hijos.

Por otra parte, la socióloga y doctora en Demografía, Norma Rubiano, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado, expuso la diferencia entre los conceptos de hogar y de familia: los hogares son arreglos de convivencia doméstica entre parientes y no parientes para asegurar la reproducción biológica y social de sus miembros, mientras que la familia es el conjunto de personas ligadas por vínculos de sangre, que incluye todos los sobrevivientes y fallecidos del árbol genealógico y que se desarrolla a lo largo de las generaciones.

“Por esa razón, los estudios de hogar no son estudios de familias y no pueden tomarse decisiones de familia solamente basados en los estudios de hogar”, concluyó la profesora.

*Fuente: Cuesta & Meyer (2014) con base en ECV de Colombia de 2008