El Externado graduó al primer antropólogo de la comunidad Wiwa

Después de superar muchos obstáculos y hacer el sacrificio de alejarse de su territorio para aventurarse en la vida universitaria, José Antonio Daza Dingula, miembro de la comunidad Wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta, logró convertirse en antropólogo, título que alcanzó con el invaluable apoyo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y el Programa de Interacciones Multiculturales de nuestra Universidad.

Por: Sergio Tuntaquimba y Manuela De Filippis 

El pasado mes de abril, la Universidad Externado de Colombia tuvo el orgullo de entregarle a la comunidad Wiwa su primer antropólogo: José Antonio, un estudiante indígena que nació y creció en esta comunidad, quien retorna a su pueblo después de varios años de estudio y disciplina en Bogotá, para aportar todos sus conocimientos a la preservación de la identidad cultural de sus ancestros.

Con nostalgia y alegría, José Antonio recordó su llegada a la Universidad para conocer más del Programa de Interacciones Multiculturales y la carrera que podría estudiar en el Externado; él quería convertirse en abogado o contador público, pero el destino se encargó de llevarlo a la Antropología, profesión de la que nunca había escuchado hablar, pero que en cuanto conoció, supo que era lo que debía estudiar.

“Supe que la antropología se centraba en la cultura y en ese momento pensé que no teníamos esta profesión en el pueblo Wiwa, así que podría convertirme en el primer antropólogo de mi comunidad. Ahí me di cuenta de que debía estudiar esta carrera”, afirma el externadista.

Pese a que los primeros semestres fueron difíciles, José Antonio no se arrepiente de su decisión. Entendió que esa profesión le da la posibilidad de apoyar a su pueblo y de enunciar en diferentes espacios sociales todo el conocimiento cultural y ancestral que la comunidad Wiwa ha generado desde su origen.

Su experiencia en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y especialmente en el Programa de Interacciones Multiculturales, le brindó un espacio de diálogo y aprendizaje donde pudo combinar el conocimiento académico con las perspectivas y saberes de su pueblo. Como estudiante destacado, contribuyó al debate y la reevaluación de diversas metodologías de investigación antropológica, posicionando temas relevantes y generando nuevas miradas constructivas.

Su trabajo de tesis, titulado «El manejo del territorio desde la lógica del pueblo Wiwa», realizado en el Área de Investigación de Sentidos y Lógicas de Vida de los Pueblos Originarios, representó un valioso aporte al entendimiento y respeto por la cosmovisión y las prácticas territoriales de su comunidad. A pesar de los desafíos de integrar sus conocimientos con los paradigmas académicos occidentales, José Antonio siempre ha mantenido su compromiso con la protección de su comunidad frente a la superposición de saberes y la explotación del territorio.

Su dedicación se centra en el bienestar y la preservación de la identidad cultural de su pueblo, destacando su papel como defensor de la riqueza cultural y ambiental de la Sierra Nevada de Santa Marta, y promoviendo la revitalización de los saberes ancestrales en este valioso territorio.

Con su graduación, José Antonio deja un mensaje poderoso para la comunidad externadista y para la comunidad Wiwa: no hay impedimentos para alcanzar los anhelos del corazón.

“Mi condición de incapacidad no ha sido impedimento para que algo me quede grande, siempre busco las alternativas. Si emocionalmente me siento mal, busco alternativas, lecturas, algo cómico que me pueda dar una sonrisa para continuar. Para mí, decir no puedo, no entra en mi ser”, comentó el antropólogo.

José Antonio recibió su diploma de la mano de su mamá, una sabedora ancestral de la salud femenina, quien manifestó su emoción de ver a uno de sus hijos graduarse de la Universidad, y contó que ella misma lo llevaba al colegio porque quería que estudiara… ¡ese sueño se hizo realidad!