Día Mundial de Toma de conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez

Hoy se conmemora este día, que pretende entre otros obejtivos crear conciencia sobre la problemática alrededor de envejecer sin la existencia de acuerdo internacional sobre los derechos de las personas mayores, y cómo protegerles.

Fecha: 15 de junio de 2022

En Colombia, la población adulta mayor termina siendo, en su gran mayoría, dependiente de sus cuidadores, no necesariamente porque hayan perdido sus capacidades físicas o cognitivas, sino porque dependen económicamente de sus familias. Según el estudio “Misión Colombia Envejece”, realizado en 2015 por la Fundación Saldarriaga Concha y Fedesarrollo, el 61% de las personas de más de 60 años no tienen educación o no completaron la primaria, y apenas el 7,1% llegó a un nivel superior. Esto expone a las personas mayores a la informalidad y a la exclusión del sistema pensional y de salud. Según esta fuente solo 1 de cada 4 colombianos logrará pensionarse en el país.

La pobreza y desigualdad en esta población, desemboca en discriminación, maltrato, malnutrición, abandono y suicidio. El 13% de las personas mayores en Colombia reportó ser víctima de algún tipo de maltrato, de acuerdo con el Estudio Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE) realizado en 2015 por el Ministerio de Salud y Colciencias. Según el análisis, esta cifra puede ser mucho mayor ya que la mayoría de las víctimas no denuncian por miedo o falta de rutas y medidas de protección, pues sus maltratadores son familiares cercanos de los que dependen económicamente.

A lo anterior se le debe sumar las desigualdades estructurales como la discapacidad, el género, las barreras de acceso a la atención médica, y a los estereotipos negativos asociados a la edad, que repercute en el edadismo (discriminación en razón de la edad). Según el estudio citado, cerca del 50% de las personas encuestadas tenían una visión negativa del envejecimiento, porque lo relacionaba con fragilidad, dependencia o discriminación, mientras que dos terceras partes de las personas adultas mayores encuestadas consideraron que no ocupan el lugar en la sociedad que les corresponde.

De cara al futuro Colombia se caracteriza por un crecimiento poblacional heterogéneo, en algunas regiones se mantienen el bono demográfico, es decir, personas en edad productiva (14-59 años), mientras que otras transitan hacia sociedades envejecidas, con cada vez más personas mayores 60 años. Un fenómeno poblacional de “cambio de altas a bajas tasas de natalidad y mortalidad” (Flórez, Echeverri, & Bonilla, 1990, p. 65) acompañado de mejores condiciones de salud, que dan paso a una alta esperanza de vida .

Los índices de envejecimiento por departamento son: Quindío (70,43), Caldas (69,34), Valle del Cauca (60,28), Risaralda (59,54), Tolima (52,08), Nariño (50,82), Bogotá (50,17), Boyacá (50,13), Antioquia (48,73) y Santander (44,23) (Cámara de Comercio de Bogotá, 2018) . Este cambio obliga a replantearse el significado del envejecimiento y la vejez, rompiendo estereotipos negativos asociados a la edad y la representación social de ser viejo, dando lugar a nuevos escenarios e imaginarios para este grupo de edad. Las ideas y las palabras acerca del período final de la existencia humana son creaciones de la imaginación, construidas sobre las bases de experiencias diferentes y, en cuanto tales, susceptibles de ser modificadas de acuerdo con nuevas experiencias. (Rodríguez & Vejarano, 2015, p. 16).  ¿Cuál es el papel del Trabajo Social Gerontológico?

El contexto actual, insta a los y las trabajadores sociales a tomar una postura en pro de la protección y defensa los derechos de las personas mayores, incluyendo la incidencia en política pública, para que además de su formulación, se cuente con un lugar relevante en la agenda pública que pueda dar respuesta a la implementación de respuestas eficaces a las necesidades sentidas de esta población.

En Colombia, el terreno del Trabajo Social Gerontológico es poco explorado, lo que exige análisis y reflexiones del rol de esta profesión en sociedades envejecidas.

Vale la pena cuestionar el rol que ha tenido la profesión en temas como la ratificación de la Convención Interamericana sobre la protección de los derechos de las personas mayores, y el acompañamiento en los movimientos de base y colectivos que llevan desde el 2015 luchando por ratificar la Convención.

Queda en el aire, en una sociedad que privilegia la juventud ¿Qué tan concientes estamos de proteger a nuestros mayores?