Centro de Gestión de la Información y Finanzas

Objetivo

El objetivo general del Centro Gestión de Información y Finanzas es comprender, medir y mejorar la eficacia de las organizaciones en el despliegue de su estrategia. El despliegue de la estrategia se representa en la definición y ejecución de procesos, y se facilita por la utilización de tecnología.

Considerando que en el proceso de despliegue: desde el nivel estratégico –formulación de estrategia- al nivel táctico –los procesos, las organizaciones están expuestas a riesgos que afectan la efectividad de sus objetivos y ello supone efectos para la empresa y sus grupos de interés; se propone comprender:

Las técnicas y métodos que permitan mejorar el diseño de procesos y consecuentemente el desempeño de la organización,

Los esquemas de tipo operacional y estratégico en los cuales las tecnologías de información son utilizadas en la organización y su impacto.

Estos objetivos de trabajo enmarcan un amplio pero específico espacio de trabajo que permitirá al Centro enfocar sus esfuerzos a la investigación, el trabajo con la empresa y la docencia, con lo que se espera ofrecer productos de calidad a la comunidad académica y soluciones adecuadas a problemáticas de las empresas.

Justificación

La búsqueda del mejoramiento de la calidad y la reducción de los costos ha sido un desafío inquebrantable para la empresa. El crecimiento, rentabilidad e incluso supervivencia de la empresa se hayan íntimamente relacionados con la efectividad con la que éstas logran crear o capitalizar oportunidades en el mercado. Para hacer esto posible, se requiere en primera instancia, de un esquema coherente y articulado de: objetivos, estrategias y procesos que permita asegurar el cumplimiento de los propósitos institucionales, definidos a partir de la correspondencia entre las expectativas del cliente y las competencias de la empresa.

Adicional a lo anterior, se requiere de esquemas de evaluación que permitan identificar oportunamente variaciones o desviaciones que en la ejecución de los procesos se puedan presentar con sus respectivas causas y efectos. De tal suerte que sea posible monitorear de manera permanente el comportamiento del sistema, propendiendo de esta forma por disminuir la incertidumbre que es inherente a la actividad económica que éste desarrolla, y de esta forma ofrecer a la empresa competencias como eficiencia, velocidad de respuesta, entre otras.

Tanto en la definición de la estrategia como en su implementación –traducida en procesos y productos- el empleo de la tecnología tiene un papel relevante pues en gran medida su incidencia explica la eficacia y eficiencia distintivas con la que se desempeña una empresa. Como recurso, la tecnología demanda una inversión y su aplicación debe realizarse con criterios no solo operacionales sino estratégicos, pues no es el uso extensivo de la tecnología lo que asegurará mayores niveles de productividad. Es la armonización de estrategia, procesos y tecnología la que permitirá lograr reales ventajas competitivas para la empresa y mejores condiciones de vida para la humanidad.