¿La variante Ómicron amenaza al turismo colombiano?

El impacto negativo de la variante Ómicron en el turismo en Colombia tiene un rezago temporal de 2 meses desde el momento en el que se detectó; Andrés Camacho, docente de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, analiza esta coyuntura.

Durante el pasado mes de noviembre el sector del turismo a nivel mundial vivió un escenario de incertidumbre a causa del Covid-19 y su nueva variante Ómicron, la cual amenazaba con reducir considerablemente el número de viajeros para la temporada de vacaciones de diciembre a enero de 2022, no solo por el temor de los turistas a contagiarse con la nueva variante, sino por el cierre de fronteras, como fue el caso de Francia, Japón y Marruecos.

Colombia no fue ajeno a este escenario de incertidumbre, pues la rápida expansión de la variante en la región generó preocupación en los establecimientos hoteleros, gastronómicos y de entretenimiento, tanto por las pérdidas asociadas a la reducción de viajeros, como las asociadas a la inversión en este tipo de negocios, pues se esperaba que, una vez avanzado el plan de vacunación, el sector se reactivaría para estas fechas.

Andrés Camacho, docente de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, doctor en Economía de la Universidad de Massey de Nueva Zelanda y líder de la línea de investigación en economía del turismo del grupo Estado y Economíaexplica los retos venideros para el sector.

¿Cuál es su lectura sobre el impacto de esta nueva variante en el turismo en Colombia y la región? ¿Hay alguna diferencia frente al efecto de cepas anteriores? 

Se debe tener en cuenta que la variante Ómicron comenzó a mediados de noviembre de 2021 en Botswana y Suráfrica; en Colombia se detectó el primer caso importado el 20 de diciembre de 2021. Por esto, el turismo internacional y doméstico en Colombia cerró el último bimestre del año con resultados positivos: las agencias de viajes mostraron aumentos en sus ingresos y personal ocupado, el número de visitantes extranjeros no residentes aumentó también en estos dos meses pasando de 221 mil en octubre a 320 mil en diciembre, la cifra de colombianos que viajaron al exterior también aumentó y el porcentaje de ocupación de pasajeros en vuelos se mantuvo por encima del 80%. Por lo anterior, es aún temprano para decir si Ómicron tuvo un impacto diferente al de otras variantes, incluyendo Delta, porque solo hasta mediados de enero se empezaron a ver los resultados negativos en el turismo.

¿A qué factores asocia usted ese comportamiento del sector?  

Primero, el turista internacional no cambió sus planes de viaje a Colombia porque ya tenía sus reservas de vuelos y hoteles; como Colombia no tenía numerosos casos de Ómicron en ese momento y sus estadísticas de contagios/muertes mostraban control, no hubo pérdida de confianza. El turista doméstico también mantuvo su confianza para viajar a las diferentes regiones del país. Este primer momento se puede llamar el efecto-espera, porque la gente decidió continuar sus planes de turismo hasta el momento en que vieran un riesgo más latente de contagio.

Sin embargo, las cifras de enero de 2022 mostraron resultados menos alentadores para el sector, porque aumentó el número de cancelaciones de vuelos en Avianca y Latam, dos de las aerolíneas más grandes que operan en el país, especialmente a destinos domésticos. Esto sugiere que el sector hotelero, quienes mantuvieron la ocupación en un buen nivel hasta el puente de Reyes (58%), probablemente mostrarán estadísticas no tan alentadoras al cierre del mes de enero y febrero. Este segundo momento se puede llamar efecto-reacción, porque evidentemente los turistas perdieron su confianza en viajar por el mayor riesgo de contagio, y por los potenciales cierres de aeropuertos para el caso de los turistas internacionales.

Las vacunas y los contagios previos han causado un menor temor en los viajeros ¿Implica esto que la responsabilidad por mantener la bioseguridad y evitar los contagios se ha trasladado a los establecimientos hoteleros, gastronómicos y de entretenimiento? 

Es cierto que la gente tiene menos temor de contagiarse con Ómicron. Primero, porque las estadísticas han mostrado una menor letalidad en comparación con la sepa original, especialmente en las personas que tienen el esquema completo de vacunación (que asciende al 54% de la población). Segundo, porque los operadores turísticos están cumpliendo con los esquemas de bioseguridad. No obstante, las estadísticas de cancelaciones reportadas por las principales aerolíneas de Colombia, especialmente de vuelos domésticos, muestra un temor levemente creciente de la población por el contagio potencial de Ómicron, que va a traducirse en una reducción en los ingresos del sector.

¿Cuáles son los principales sectores y subsectores que se benefician por el aumento de viajeros y cómo afecta esto a las familias que tienen como principal fuente de ingreso el turismo? 

Las industrias que más se benefician directamente por el mayor flujo de turistas son la industria de acomodación -como hoteles, fincas, casas turísticas y hostales-, seguido por la industria del transporte terrestre y aéreo, y la industria de restaurantes y bares.

Si se tiene en cuenta que el turismo aporta el 3% del empleo directo del país y cerca del 8% del empleo total -incluyendo el empleo directo, indirecto e inducido- el flujo de turistas ha impulsado el valor agregado del sector del turismo y la creación de empleos en sus diferentes industrias características. En diversas regiones económicamente rezagadas del país, incluyendo las regiones PDET, el turismo está ayudando a impulsar nuevas formas de empleo regional.

¿Cree que el turismo nacional jugó un papel preponderante en la mitigación de los posibles efectos que la variante ómicron pudo tener en el sector? 

El impulso al turismo doméstico o turismo interior, a través de diferentes iniciativas públicas y privadas, ha sido fundamental para evitar que el sector se vea más afectado. La estrategia de impulsar el turismo doméstico se ha visto también en diferentes países.

Si bien se ha dicho desde diferentes frentes que el sector del turismo se está recuperando, ¿Cuánto cree que le tomará al sector volver a los niveles de empleo y crecimiento pre-pandemia?  

Los pronósticos de recuperación del crecimiento del sector en términos de ventas, creación de empleo e inversiones van a estar supeditados a la existencia de futuras variantes del Covid-19 y a la aparición de nuevos virus. Asumiendo que este año retornamos a la normalidad, se puede pronosticar un retorno a los resultados pre-pandemia del sector en el 2023.

¿Cree que la respuesta institucional del Gobierno a los retos del sector ha sido apropiada? ¿Qué se está haciendo bien y qué está pendiente? 

Sí, los resultados del Gobierno han sido apropiados, y han estado en línea con las sugerencias entregadas por la Organización Mundial del Turismo. Sin embargo, hubo algunos momentos al comienzo de la pandemia, donde el Gobierno intentó apoyar a Avianca con recursos tomados del FOME a través de un crédito. Afortunadamente eso no se materializó.

¿Cómo debería articularse la respuesta institucional y el sector privado para seguir impulsando el sector? 

El Viceministerio de Turismo ha estado trabajando fuertemente con los gremios en la búsqueda de estrategias que permitan una mayor reactivación del sector. Desde el 2021 se han visto decisiones importantes en materia tributaria para impulsar la reactivación del sector, así como la unión de actores del turismo para ofrecer grandes descuentos a la población, y para continuar con los esquemas de bioseguridad que tanta confianza han generado en los turistas. Se espera que esta articulación se siga dando en el 2022 para continuar con la recuperación del sector.

Entrevista por Angie Culma del programa Jóvenes Investigadores de la Facultad de Economía.