Una vista a la Renta Básica Universal

Por Juan Pablo Chica

Según datos presentados por las Naciones Unidas, una de cada 10 personas en los países en vía de desarrollo subsiste con menos de 1.90 dólares al día (cifra establecida mundialmente como el umbral de pobreza). La pobreza es un tema que se ha analizado más allá de la falta de ingresos que garantizan a un individuo o familia tener una vida digna, es vista como un problema de derechos humanos, ya que se puede evidenciar con hambre, desnutrición, falta de vivienda en óptimas condiciones y acceso a la salud y educación.

En el año 2015, países miembros de la ONU se reunieron con el fin de establecer una meta a cumplir para el año 2030, la cual se alcanzaría con el cumplimiento de 17 objetivos y en donde, el resultado principal pretende ser la erradicación de la pobreza extrema. Para esto, los Gobiernos de los países miembros del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en conjunto con el sector Privado y la sociedad civil intervinieron de manera positiva, logrando una disminución en el número de personas que viven en pobreza extrema. Sin embargo, con la llegada del Covid-19, se estima que las consecuencias económicas de esta pandemia podrían aumentar en un 8% el índice de pobreza mundial, según un estudio realizado por el Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas.

Hoy en día, el 10 % de la población mundial aún vive en situación de pobreza extrema, teniendo así dificultades para satisfacer necesidades básicas y poder vivir en condiciones dignas. Después de años de pobreza, los gobiernos de países desarrollados y en vía de desarrollo, para hacer frente a esta problemática han desarrollado programas y beneficios que buscan mejorar la calidad de vida de sus habitantes, como La Renta Básica Universal.

La Renta Básica Universal, puede definirse como el ingreso destinado a cada miembro de la sociedad pagado por el Estado, el cual busca reducir la brecha de desigualdad mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos. En pocas palabras, la RBU es un subsidio universal que tiene como propósito alcanzar el bienestar común, pero, este tipo de programas puede beneficiar a la población dependiendo de la transparencia de los Gobiernos y la empatía de los ciudadanos.

Programas como la RBU, genera polémicas en sociedades en donde la brecha de desigualdad es mayor, ya que están asociados a reformas fiscales las cuales, en países como Colombia, generan debates sociales en donde se argumenta mayor carga impositiva a algunos sectores.

Durante este periodo en el cual la economía atraviesa por medio de una recesión en la que millones de personas han fallecido y otras tantas han quedado desempleadas, la idea de una RBU surge como una posibilidad para estabilizar y dignificar la vida de hogares vulnerables e incluso aquellos que viven bajo el nivel de pobreza monetaria.

En Colombia desde hace algunos años se han implementado programas que buscan beneficiar a las poblaciones más vulnerables, tales programas como Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Empleo en acción, proyectos que nacieron hace 20 años durante el Gobierno de Andrés Pastrana. Actualmente, este tema no ha dejado de ser importante, tanto así que se está desarrollando un proyecto de ley que busca adoptar una renta básica universal el cual será financiado con el impuesto al patrimonio.

Este programa se implementará a través de un bono solidario destinado a niños nacidos en familias de escasos recursos y que se podrá destinar a temas de educación superior o pensiones.

Con la aprobación de este proyecto de ley, se esperaría que el índice de pobreza en el país disminuya. Ya que las personas al tener acceso a educación superior tendrían mayores oportunidades en el ámbito laboral y mayores posibilidades de apoyo para su núcleo familiar. Sin embargo, este es un tema para tener en consideración, ya que el índice de desempleo en el país ha oscilado entre el 10% y 20% en los dos últimos años. Teniendo un incremento considerable en el año 2019 a causa de la pandemia del Covid-19.

Actualmente, la interpretación de condiciones de vida digna es diferente al de años atrás. Ya que la percepción de este término se limitaba a sobrevivir con bienes fundamentales como alimentación y vivienda. Es por esto que, en la actualidad el reto es mucho mayor, ya que alimentación y vivienda siguen estando dentro de las necesidades de la población, pero no son las únicas, el acceso a educación es un tema de gran importancia si se pretende ayudar a poblaciones vulnerables y combatir la pobreza.

Por otro lado, la implementación de una renta básica universal traería consigo muchos beneficios para la economía de los países, ya que, si las familias tienen ingresos para gastar, la economía se vería beneficiada gracias al consumo de las familias, lo que a su vez desarrollaría la generación de empleo y esto se podría ver como una cadena, que impulsa el desarrollo de cada uno de los eslabones de una economía.

En medio de esta coyuntura mundial, la implementación de un programa como estos favorecería a las poblaciones vulnerables que no cuentan con un ingreso seguro mensual y que tengan o no cierto tipo de ingresos necesitan subsistir diariamente. Por esto, es necesaria la intervención del Gobierno, quien es la autoridad correspondiente para dar este tipo de ayudas en condiciones estables o críticas.

Finalmente, este tema debe abordarse también desde una perspectiva de libertad, la cual se da en la medida en que las personas pueden tomar decisiones personales o colectivas pero que están ligadas inevitablemente a la capacidad adquisitiva que se tenga. Es necesario entender que la dinámica de una economía está en constante movimiento independiente a condiciones políticas, ambientales, económicas o sociales. Por esto, mantener la calidad de vida de una sociedad en general debe ser uno de los factores más importantes que los gobiernos de cada país deben tener en cuenta, para mantener el control y orden de este, y que se puede abordar si los individuos tienen un ingreso fijo mensual.