Pobreza extrema de América Latina aumentó en 5 millones de personas para 2021 con respecto a 2020: un retroceso de casi 30 años.

Según informes de la CEPAL, en 2020 aumentó la pobreza por sexto año consecutivo en Latinoamérica. Aumentó también la desigualdad.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en su informe anual Panorama Social de América Latina, publicado en enero de 2022, estima que la pobreza extrema en la región pasaría de 81 millones para 2020 a 86 millones en 2021, esto como consecuencia de la crisis social y económica vivida debido a la pandemia y a su extensión.

Al respecto Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, advirtió que “la recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población”.

Sin embargo, David Rodríguez, profesor de la Facultad de Economía del Externado, explica que a pesar de que la pandemia afectó considerablemente los ingresos de los hogares vulnerables, se destaca que “en la región los programas de transferencias monetarias de emergencia tuvieron un importante efecto positivo en prevenir que muchos hogares cayeran en pobreza y pobreza extrema”.

Esto coincide con datos publicados por el organismo de Naciones Unidas, que señalan que si no se hubieran diseñado dichas ayudas, la pobreza extrema habría sido 1,8 puntos porcentuales (pp) más alta, y la pobreza general habría incrementado 2,9 pp en promedio en al menos 7 países.

Sin embargo, el documento muestra que en los últimos 10 meses de 2020, en la región de América Latina y el Caribe, dichas ayudas representaron un gasto de 89.700 millones de dólares, lo cual contrasta con los primeros 10 meses de 2021, en donde solo se otorgaron auxilios por un valor de 45.300 millones de dólares, algo que preocupa a la funcionaria quien llamó a “mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la crisis sanitaria esté controlada”.

Como se observa, la crisis sanitaria golpea distintos indicadores en América Latina, por ejemplo, el Gini -que mide la desigualdad- aumentó en promedio 0,7 pp en la región entre 2019 y 2020, así mismo, la tasa de pobreza extrema retrocedió a niveles registrados 27 años atrás.

Finalmente, para Bárcena la pandemia es una oportunidad para mejorar las condiciones de protección y confianza de la sociedad, con integralidad, sostenibilidad y universalidad. “Vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos para proteger el bienestar de la población, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad en la región”, concluyó.

Por Mateo Zapata del programa Jóvenes Investigadores de la Facultad de Economía