Atender a la pobreza multidimensional en Colombia podría prevenir que los jóvenes sufran de depresión

Los jóvenes que viven en hogares pobres tienen una tasa de síntomas depresivos 25 veces más alta en comparación con aquellos que no se enfrentan a esas privaciones.

La pobreza, entendida como un problema de múltiples dimensiones, tiene consecuencias en la salud mental de los jóvenes. Según el artículo La relación entre pobreza multidimensional, pobreza monetaria y síntomas depresivos en jóvenes publicado en el British American Journal, la evidencia –especialmente en Colombia y México– muestra que, existe una relación entre el nivel de privaciones de un hogar y la prevalencia de los síntomas de depresión en personas de los 11 a 25 años.

Mediante la adaptación del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) colombiano, desarrollado por el Departamento Nacional de Planeación (DANE) en 2011, los investigadores evaluaron en cinco dimensiones la pobreza de los hogares de México, Sudáfrica y Colombia: condiciones educacionales del hogar, condiciones individuales de la educación en la infancia y la juventud, trabajo, salud, y condiciones generales de la vivienda.

De acuerdo con David Rodríguez, director del Observatorio de Desarrollo y Política Social (ODEPS) de la Facultad de Economía de la Universidad Externado, el IPM busca dar una medida alternativa del bienestar de los hogares a aquella que se centra en la medición de pobreza monetaria tradicional. Para el docente, en ocasiones resulta más relevante ver los efectos que tienen ciertas privaciones distintas al ingreso sobre otras dimensiones de la vida de los miembros del hogar como la salud mental. 

Este estudio resalta que, en el conjunto de datos, los síntomas depresivos de los jóvenes están principalmente asociados a altas tasas de trabajo infantil, rezago escolar y acceso a seguro médico, y en una menor medida, están relacionados con privaciones del hogar, como enfrentar una larga temporada de desempleo, o bajo nivel educativo de otros miembros adultos. Sin embargo, la relación entre la pobreza multidimensional y la depresión en los jóvenes tiene marcadas diferencias entre los tres países evaluados. Mientras Colombia y México presentan una tendencia similar, enfocada en las carencias individuales que pueden afectar a este grupo poblacional, en Sudáfrica no es tan significativa la relación.

Por último, la investigación concluye que las privaciones individuales que afectan directamente a los jóvenes, “pueden impedir que inviertan en su educación, alejándolos aún más de sus aspiraciones y expectativas futuras, lo que puede conducir a una peor salud mental, independientemente de la educación o el empleo de sus padres. De acuerdo con este punto de vista, la evidencia de Colombia sugiere que la educación es uno de los factores más importantes que contribuyen a las aspiraciones futuras de los jóvenes.”

Por Paula Martínez del programa Jóvenes Investigadores de la Facultad de Economía