Venezuela: futuro incierto

Docentes e investigadores de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales y expertos en Análisis de Política Internacional y Relaciones Internacionales, analizan en cinco preguntas lo qué está pasando en Venezuela, los actores involucrados y lo que podemos esperar de esta situación.

Con el objetivo de tener un panorama claro sobre la situación en Venezuela, entrevistamos a Marie Eve Detoeuf, docente de las cátedras de Análisis de Política Internacional e Historia del Siglo XX de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales.

¿Qué está pasando en Venezuela?

Marie Eve Detoeuf: Lo que está pasando hoy en Venezuela se puede explicar desde varias narrativas. Por una parte, para el gobierno de Nicolás Maduro y quienes lo apoyan, la crisis actual es tan sólo un episodio más de la larga confrontación que ha existido desde hace ya casi 20 años entre el gobierno bolivariano y la oposición venezolana (apoyada por Estados Unidos). Por otra parte, para la oposición y buena parte de la comunidad internacional, la crisis actual es el inicio del fin del chavismo pues se están alineando una serie de factores que se habían dado en el pasado pero que no habían coincidido; desde las protestas internas hasta la unión de los partidos de oposición y la movilización de la comunidad internacional junto con la dramática crisis económica que está viviendo el país.

¿Por qué hay dos presidentes?

Marie Eve Detoeuf: El hecho de que hoy haya un país con dos presidentes y dos asambleas, es el reflejo de la profunda polarización política y de la precariedad institucional en la que se encuentra Venezuela. El 5 de enero Juan Guaidó se juramentó como presidente de la Asamblea Nacional, un órgano que estaba completamente marginalizado del ejercicio del poder legislativo, en un contexto en el que la oposición se encontraba muy dividida, pero, inmediatamente logra tomar el liderazgo político y retoma la iniciativa contra el régimen. Esto, por cierto, es un ejemplo de la “magia de la política”, uno realmente no sabe cuándo o bajo que factores es que va a cuajar el liderazgo. Cinco días después, Nicolás Maduro se juramenta como presidente de la república para un segundo mandato. Es importante recordar que Maduro fue elegido presidente en unas elecciones que fueron seriamente cuestionadas por distintos países de la comunidad internacional, a tal nivel que ni Colombia ni países del Grupo de Lima ni Estados Unidos y la Unión Europea reconocieron los resultados.

En este contexto la oposición empieza a construir el discurso de la ilegitimidad del segundo mandato de Maduro pues, si no se reconocieron los resultados electorales tampoco se le debería reconocer como presidente. De manera simultánea, se convocó una marcha para el 23 de enero (una fecha simbólicamente importante en Venezuela pues es el aniversario de la caída del dictador Pérez Jiménez). Es en esta marcha que Guaidó, invocando varios artículos de la Constitución en los que se habla de vacancia del poder, se proclama presidente interino. Este escenario fue probablemente preparado con algunos aliados internacionales de la oposición pues inmediatamente vemos como este presidente empieza a ser reconocido por Estados Unidos y casi todos los países latinoamericanos. Es así como Venezuela tiene hoy dos presidentes que se dicen legítimos y que niegan la legitimidad del otro, pero la verdad es que ambos tienen vicios de legitimidad.

¿Por qué Estados Unidos está involucrado?

Hay que decir que ni en Venezuela ni en ningún otro país los asuntos internos escapan a la mirada de la comunidad internacional. Teniendo esto claro, también es cierto que Venezuela es un país petrolero y que claramente los países industriales se encuentran muy interesados en lo que suceda. Adicionalmente, el descalabro económico ha provocado una crisis migratoria en la que 3 millones de venezolanos han salido del país en menos de tres años, sumado a la crisis política, la situación en Venezuela se ha convertido en una crisis regional.

¿Por qué Rusia está involucrada?

Aunque la cercanía de la Rusia de Putin con Venezuela se remonta a tiempos de Hugo Chávez, cuando este último empezó a tomar decisiones que disgustaban a Estados Unidos y, en una lectura un poco clásica de la realidad internacional, asumió la postura de “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”; también es cierto que tanto Rusia como China están muy interesadas en las fenomenales reservas no sólo de petróleo, sino también de oro, níquel, aluminio, y otras materias primas. Ciertamente, estos países aprovecharon las necesidades de financiación que tenía el régimen para multiplicar sus vínculos y su presencia con Venezuela.

¿Qué puede pasar?

El chavismo se puede quedar en el poder o se puede ir. En caso de que salga hay dos escenarios. El primero, una salida negociada que permitiría una transición pacífica. El segundo, en el que la salida de Nicolás Maduro se hace a “las malas” porque el ejército venezolano interfiere en este proceso o, por una intervención de tropas extranjeras o, porque la situación social se vuelve explosiva y llegamos a un escenario de guerra civil. No obstante, hay que decir que por ahora todos los responsables políticos han llamado a la calma y a la paz civil. Aunque hace 20 años Venezuela vive en un clima de confrontación política muy álgido con expresiones de odio, no se han hecho llamados a la confrontación.