Unificar los mandatos: una propuesta polémica con implicaciones profundas

Hace poco surgió el debate sobre la conveniencia de unificar los periodos electorales en Colombia con el objetivo de “armonizar” la gestión pública a nivel nacional y a nivel territorial. Aunque este año la iniciativa se cayó en el Congreso, no sin antes generar una controversia en distintas instancias, docentes de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales comentaron sobre las oportunidades, los desafíos, las ventajas y los riesgos que supondría implementar esta iniciativa en el corto o en el mediano plazo.

Modificar el diseño institucional para que los mandatos del presidente, los gobernadores y los alcaldes coincidan, no se trata de una propuesta particularmente novedosa ni de una idea rebuscada. Si bien es cierto que actualmente puede ser una tarea desafiante lograr la articulación efectiva entre el nivel nacional, regional y territorial, también es cierto que en un país en el que el nivel central pareciera estar desconectado de algunos territorios, es necesario garantizar la autonomía de estos últimos de cara a las necesidades y realidades que localmente se expresan.

Ante este escenario, Juan Manuel Ospina, docente de la Maestría en Gerencia para el Desarrollo y experto en asuntos territoriales, comenta que la propuesta tiene sus ventajas y sus riesgos. Por una parte, coincide con lo comentado por algunos congresistas en la importancia de armonizar los planes de desarrollo entre los distintos niveles de mandato.

En este sentido, la gran ventaja de esta propuesta sería el canal de comunicación que se abriría entre las autoridades locales y nacionales de cara a garantizar una mayor coherencia y, en últimas, una mayor implementación de los objetivos propuestos de manera conjunta. Vale mencionar que sobre este aspecto, Ospina se pregunta si realmente la propuesta lograría generar armonía entre los planes de desarrollo o, si más bien lo que se busca es que la visión territorial termine adaptándose a lo establecido desde presidencia.

Sobre lo anterior, el docente señala que el riesgo de perder la autonomía que los territorios han alcanzado en años recientes puede llegar a ser mayor a las ventajas que traería la iniciativa, en la medida que el sentido inicial de manejar periodos diferentes radica en garantizar que lo territorial pueda conservar su especificidad y su espacio propio en medio del debate nacional.

De hecho, el docente afirma que en términos locales para el ciudadano promedio, es más significativo tener una relación cercana con el alcalde o con el gobernador que con el presidente, una figura que tradicionalmente se ve como la de un burócrata lejano sentado en Bogotá.

En otras palabras, para el profesor es casi seguro que los riesgos se podrían materializar mientras que las ventajas de esta iniciativa podrían no traducirse en beneficios efectivos para los territorios.

Desde otra perspectiva para el profesor Andrés González, ex embajador de Colombia ante la OEA y ex gobernador de Cundinamarca, la armonización de los periodos de mandato podría ser una propuesta conveniente en la medida que evitaría traumatismos en la planificación y ejecución de proyectos importantes, siempre y cuando se respeten los derechos de los electores.

En este sentido, el profesor comenta que es indispensable que haya armonía pues, debe haber una articulación efectiva entre los tres niveles, ya que, si las grandes políticas nacionales no cuentan con el apoyo de los administradores locales para adecuarlas y materializarlas en los territorios y regiones, estas tendrán poco o ningún efecto real.

Aunque por el momento el debate sobre esta propuesta ha sido pausado pues la iniciativa no tuvo mayor trascendencia en el Congreso de la República, la realidad es que la articulación efectiva de los diferentes niveles administrativos es una tarea aún pendiente para Colombia. Sin duda alguna, el camino que sea eventualmente elegido para alcanzar este objetivo tendrá implicaciones profundas que impactarán sustancialmente el desarrollo y la autonomía de las regiones en el país.