Retos de la formalización en la pequeña minería en Colombia: Impulso hacia la sostenibilidad y desarrollo

La Alianza por la Minería Responsable, Cooperación Alemania y la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales analizaron los desafíos que hay frente a la formalización de la pequeña minería en Colombia.

En Colombia, la minería de pequeña escala desempeña un papel crucial en el desarrollo económico y social de numerosas comunidades rurales. Sin embargo, el sector se enfrenta a desafíos significativos en términos de formalización.

La falta de formalidad conlleva diversos problemas, tanto para los mineros como para el país en general, incluyendo la falta de garantías laborales, la ausencia de controles ambientales adecuados y la evasión de obligaciones fiscales. Expertas(os) discutieron sobre la formalización en la pequeña minería en Colombia, analizando sus implicaciones económicas, sociales y ambientales, y discutiendo posibles soluciones.

De acuerdo al docente Javier Torres, el Estado Colombiano no está mirando al sector para efectos de diseñar una política pública sólida donde la formalización sea la base sobre la cual se pueda formar una minería más completa, firme y competitiva en Colombia.

“La debilidad del estado tiene que ver con temas de información No tenemos datos de cuántos son los mineros, de cuáles son las áreas o cuáles son los títulos para la actividad. Cómo va a formalizar algo sin tener claro el panorama. Hay un asunto fundamental de debilidad estatal desde el punto de vista administrativo y de políticas públicas”, aseguró Torres.

La formalización en la pequeña minería también enfrenta retos sociales y laborales. Los mineros a menudo trabajan en condiciones precarias, con falta de garantías laborales y seguridad ocupacional. La formalización implica mejorar las condiciones de trabajo, garantizar la protección de los derechos laborales y establecer diálogos con las comunidades locales para promover la participación y el beneficio mutuo.

 “Hay zonas donde no ha podido llegar el Estado, donde no hay control y se genera uno impacto ambiental y social. Dentro de le operación hay retos y un trabajo fuerte en estas apuestas a formalizar a los pequeños mineros, donde no solo se puede extraer sino cómo se acompaña en las prácticas responsable en los territorios”, comentó Carlos Bermúdez, de la Dirección de Formalización Minera en Colombia.

El Gobierno de Colombia ha implementado el Programa Nacional para la Formalización Minera, con el objetivo de promover la formalización en el sector. Este programa busca facilitar el acceso a los trámites legales y brindar apoyo técnico y financiero a los mineros de pequeña y mediana escala.

Según datos del Ministerio de Minas y Energía de Colombia, hasta septiembre de 2021, se habían formalizado alrededor de 10.000 títulos mineros en el país, lo que representa un avance en el proceso de formalización de la minería. Sin embargo, es importante destacar que aún existe un número significativo de mineros y operaciones informales en el país que requieren atención y esfuerzos continuos para lograr la formalización completa.

La falta de formalidad en la pequeña minería también tiene un impacto ambiental significativo. Sin regulaciones adecuadas, las prácticas insostenibles pueden causar daños irreparables a los ecosistemas locales. La formalización implica establecer controles y regulaciones efectivas, promoviendo la adopción de prácticas sostenibles y responsables que minimicen el impacto ambiental.

Por otra parte, el país enfrenta barreras culturales y educativas, ya que muchos mineros han desarrollado sus actividades de manera informal durante generaciones, y el cambio hacia la formalidad puede requerir un cambio de mentalidad y la adquisición de nuevas habilidades. Es fundamental proporcionar capacitación y asistencia técnica adecuadas para facilitar este proceso de transición.

Para superar los desafíos de la formalización en la pequeña minería en Colombia, se requiere un enfoque integral. Esto implica la cooperación entre el gobierno, las comunidades mineras y otras partes interesadas. Es fundamental establecer programas de apoyo financiero, simplificar los trámites administrativos, promover la educación y capacitación técnica, y fomentar la adopción de prácticas sostenibles. Al abordar estos desafíos, la formalización en la pequeña minería puede convertirse en un camino hacia la sostenibilidad y el progreso económico y social.