Una líder carismática en la rumba de Bienestar

Veinte cuadras era la distancia que Martha Maturana Rangel debía recorrer a pie, desde el colegio hasta la Corporación Cultural Mónica Lindo, para llegar a las clases de danza, cuando apenas tenía 13 años de edad y cursaba el bachillerato en su natal Barranquilla. Este panorama mejoraba de regreso a casa porque la joven lograba reunir el dinero del bus, haciéndoles las tareas a sus compañeros de estudio. Era una época de apoyo por parte de sus padres, pero de dificultades económicas para convertirse en bailarina profesional; sin embargo, los esfuerzos valieron la pena, porque hoy en día es instructora en la Universidad Externado de Colombia y, junto a su esposo, dirige la academia Alegría Baila Producciones.

El baile es una de las pasiones en la vida de Martha Maturana y ha sido el responsable de llevarla por el mundo de los reinados de belleza, los grupos musicales, los programas de televisión e, incluso, las aulas tanto de colegio, como de universidad. Tan solo en el 2003, sus habilidades en esta rama del arte le permitieron sobresalir entre cincuenta y tres candidatas y le bastaron para llevarse la corona en el certamen popular Reina de Reinas, que se desarrolla de forma paralela al Carnaval de Barranquilla.

A raíz de su participación en este concurso de belleza local, la dueña de unas curvas perfectas y sonrisa permanente reflexionó sobre la necesidad de darle más peso a su trayectoria artística y tomó la decisión de ingresar al programa Técnico Laboral en Danza, en la Escuela Distrital de Arte, carrera que alternó con estudios en Preescolar porque también quería compartir sus conocimientos con los niños. Finalmente, solo pudo obtener el primer título profesional porque para el segundo le quedaron faltando las prácticas laborales, pese a que en ese momento ya contaba con la experiencia de dictar clases en un colegio.

Pero a la Universidad Externado de Colombia, Martha Maturana llegó después de haber recorrido un camino largo en orquestas como la de Checo Acosta, el Grupo Bananas y Son Latino –una agrupación reconocida en la capital del Atlántico- y de representar a los costeños en el Desafío 2010, la lucha de las regiones. En ese reality show emitido por el Canal Caracol, la barranquillera fue la última integrante femenina de su equipo en salir de la competencia y durante su estadía en Bocas del Toro (Panamá) se encargó de divertir a sus compañeros con coreografías improvisadas en los ratos libres.

“Después del Desafío me vine para Bogotá a buscar un futuro. Afortunadamente, entré a una academia donde tenían un convenio con el Externado y les hacían los shows de bienvenida a los estudiantes primerizos. Ellos le dijeron a la jefe de entonces, a mi coreógrafa, que necesitaban una profesora o un profesor para las clases de rumba y … pues en Barranquilla yo siempre había querido trabajar en una universidad pero era muy mal remunerado. Presenté la entrevista y cuando le conté a mi papá, él me dijo que esta universidad era la mejor”, recuerda Maturana, luego de cumplir dos años como docente de nuestra Casa de Estudios.

Sus clases de rumba se desarrollan cuatro veces por semana, en el salón de los espejos de Bienestar Universitario (consultar horarios). Es un espacio al que acceden más mujeres que hombres: a los muchachos les da pena entrar a bailar aunque, en comparación con el primer año, cuatro varones ya asisten con regularidad. Todos llegan atraídos por la variedad de ritmos musicales, que es posible escuchar hasta en la recepción del lugar.

“Yo les doy una rumba general, entonces hay salsa, merengue, hip-hop, reguetón, dancehall y de todo un poco. Cuando me piden, en la segunda hora solamente enseño salsa y ahí explico los pasos básicos, salsa en línea y salsa estilo caleño. Al final de la sesión, hago un poco de rumba training, una clase que inventamos con mi esposo en la que mezclamos el baile con ejercicios militares y tú no sientes que te estás ejercitando tanto pero, igual, estás disfrutando y manteniéndote en forma”, explica la docente.

A la actividad de rumba en el Externado asisten estudiantes de los diferentes programas académicos con el ánimo de realizar actividad física, interactuar con jóvenes de otras carreras y quitarse las tensiones propias de los compromisos académicos. Iván Leiva, quien pertenece a la facultad de Economía, por ejemplo, ha percibido beneficios a nivel integral tras casi un año de aprendizaje con la profesora Maturana.

“Antes de la clase, yo no practicaba este tipo de actividad, pero me ha aportado mucho en todo sentido, tanto para el cuerpo, como para la mente. Físicamente me siento más activo, despierto y motivado a hacer otras cosas, porque el cambio de ambiente ayuda bastante; mientras que a nivel mental, me ha ayudado a relajarme frente al estrés causado por el estudio y los parciales”, señala Leiva.
Por su parte, la estudiante francesa Adele Charbonneau, quien vino de intercambio a la facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, se confunde entre el grupo de colombianas gracias a los movimientos que ha aprendido en estos ratos de esparcimiento, promovidos por el departamento de Bienestar Universitario, y resalta el dinamismo de Martha Maturana como uno de los mayores atractivos de las clases.

La adolescente que caminaba por las calles de ‘La Arenosa’ para formarse en la danza, ahora es una bailarina profesional de 28 años que corre de un lado para otro con el fin de cumplir sus compromisos en la Universidad Externado de Colombia y en la academia Alegría Baila Producciones, un escenario que inauguró en diciembre de 2012 con el apoyo de su esposo Andrés Alegría. Al final todos sus esfuerzos han valido la pena porque, como ella lo expresa con convicción, ama bailar y este arte le ha dado todo en la vida.