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Las terrazas de la Biblioteca, espacios alternativos de consulta

Estos espacios, rodeados de la naturaleza y el color de sus jardines, están diseñados para que los visitantes dispongan de un ambiente para dialogar, hacer uso de los libros y computadores y consumir alimentos, sin afectar la tranquilidad de quienes se encuentran dentro de la Biblioteca.

Entre los lugares más visitados de la Biblioteca se encuentran las terrazas, apetecidas por los usuarios, porque permiten un tipo de interacción diferente, ya que allí se puede conversar, recibir llamadas, consumir alimentos de las máquinas expendedoras y recrear la vista con las coloridas jardineras.

Las terrazas están ubicadas en el primer y segundo piso de la Biblioteca, y en ellas es posible leer libros, usar los computadores y consultar las bases de datos. Sin embargo, de sus características se derivan, también, varias necesidades, entre ellas: preservar las colecciones y proteger los equipos solicitados.

En ese sentido, se viene promoviendo entre los usuarios, la importancia de recoger los materiales empleados y devolverlos al interior de la Biblioteca una vez finalizada la consulta, pues es habitual encontrarlos olvidados sobre las mesas de las terrazas, con el consecuente deterioro al que se pueden ver expuestos.

Otro aspecto vital sobre el que se busca generar conciencia entre los usuarios, relacionado con el funcionamiento de las terrazas, es tener en cuenta que son espacios libres de humo, en los que se debe mantener un tono moderado al conversar y contestar llamadas, y en los que se han habilitado las máquinas expendedoras, para evitar ingresar alimentos a las salas, que puedan deteriorar los materiales bibliográficos o atraer animales indeseables.

Con esta campaña, la Biblioteca quiere seguir impulsando el empleo de las terrazas como espacios alternativos de consulta, en los que, si bien se permiten actividades diferentes a las de las salas convencionales, también es importante acoger las recomendaciones que se formulan.