
Semblanza del Maestro Ricardo Hinestrosa Daza
Este año se cumplieron 150 años del fausto advenimiento de uno de los juristas de más honda virtud en el continente. Acaso no podrá decirse de la existencia del Maestro Ricardo Hinestrosa Daza todo más que su pensamiento técnico, humanista y liberal que aprendió y extendió con laboriosidad a través de una sibilina consagración académica e institucional.
Vivió en un tiempo en el que la nación, no por vez primera ni última, se sometía al albur de la guerra. Participó en ella: fue hijo de ella. En su juventud, las dificultades finiseculares le impusieron un carácter que conservaría toda la vida: la de vanguardista caballero del pensamiento liberal. Su vida toda de devoción republicana nació en el primer Externado, desde donde empezó a trabajar refutando las amargas realidades de las que se constituía la existencia colombiana. Estudiante, soldado, profesor, hombre público, hombre egregio: en todas sus condiciones y dedicaciones se construyó con una robusta estructura intelectual, moral y cívica.
Propuso el Maestro Ricardo Hinestrosa la confirmación de que el derecho es un arte, una ciencia y un modo de vida, noble tanto exigente, delicado tanto técnico, cotidiano tanto sobrehumano. Reivindicó a la disciplina del derecho inescindible del espíritu. La prudencia y sistematicidad del pensamiento jurídico, escaso en tiempos actuales, fueron características alúdicas que ejerció con nobleza profeticia e iluminada en este mundo donde al derecho se le impone y se le ejerce con malhechor proceder.
De perogrullo será mencionar sus anécdotas literarias, musicales, intelectuales y académicas que afirman su universalidad, humanismo y sensibilidad. Su vinculación con la Corte Suprema de Justicia por quince años trajo a este cosmos una jurisprudencia renovada y seductora, ineluctable. Sobre el Derecho, en cualquier posición, destáquese de él una prolija, tenaz y minuciosa exploración, interrogación e indagación de las edades, causas, circunstancias, ideologías, tradiciones y sentidos del mundo, coetáneos y aspiracionales, para irrigar con contundencia al sistema del Derecho: al que concibió como orden de garantía de la libertad. Él es la demostración de que se podía tener una visión providencial de los fenómenos jurídicos sin recurrir a artificios de engaño o vanidad.
Por treinta años lideró el destino externadista con un contundente fervor por la educación sólida, humanista y libre. Pinzón el fundador. Mendoza el restaurador. Hinestrosa: el confirmador de una promesa liberal en este árido mundo. La criatura seguirá viva: su memoria se mantiene incólume en nuestras aulas.
El Maestro, nuestro Maestro, un conjunto de recuerdos que en estas palabras se evoca y se congrega. Porque así, tal en sus quehaceres, magnanimidad de sobra, hallóse bondades y virtudes de un jurista de completa obra.
Escrito realizado por Rafael Verástegui por encargo del Rector de la Universidad Externado de Colombia Dr. Hernando Parra Nieto, con ocasión del aniversario 150 de su antecesor, Ricardo Hinestrosa Daza.