Mosaico 1933

Ricardo Hinestrosa Daza
(1874 – 1963)

Fue coronel de la Guerra de los Mil Días (1899 – 1902) y un humanista integral. Fue magistrado de la Corte Suprema de justicia en 1935.

Baldomero Sanín Cano
(1861 – 1957)

Ricardo Hinestrosa Daza (1874 – 1963)

Se graduó del primer Externado en 1892 y, tras la muerte de Diego Mendoza Pérez en 1933, el Consejo Directivo de la Universidad lo designó como rector; por su bagaje como defensor de las libertades y el ejercicio del derecho dentro de criterios democráticos y de justicia social.

Fue coronel de la Guerra de los Mil Días (1899 – 1902) y un humanista integral, que reconoció a la cultura como un elemento que es transversal en todas las personas, dado que permite interpretar la realidad más allá de las expresiones primarias.

A pesar de no haber estudiado en el exterior, sabía inglés, francés, italiano y alemán, esto le permitió leer autores jurídicos y literarios en su lengua original y traducirlos para sus alumnos. También, fue crítico de arte, profesor de matemáticas y cultivó la tertulia intelectual con su amigo el maestro Baldomero Sanín Cano.

Fue magistrado de la Corte Suprema de justicia en 1935, Hinestrosa Daza contribuyó con sus sentencias y decisiones a apuntalar jurídicamente las transformaciones que, desde el gobierno, propuso el presidente Alfonso López Pumarejo, para modernizar el país y modelar instituciones en busca de una Colombia más justa, igualitaria y democrática.

Como rector del Externado, entre 1933 y 1963, amplió las banderas de la modernización y democratización en la que se involucró Colombia durante el periodo de la República Liberal (1930 – 1946). Así mismo, se dio un proceso de consolidación de la universidad dentro del agenda educativa, política y económica del país, lo que llevó a que el 1942 el Externado pudiera construir su primera sede propia en el barrio Santa Fe, carrera 16 con calle 24. Igualmente, ese mismo año, el Externado graduó a la primera abogada de Colombia, Rosa Rojas Castro.

Hacia el final de su rectoría, seguido de sus alumnos, se plantó con firmeza frente a las amenazas de cierre por parte de las sucesivas dictaduras civil y militar. Fue un tiempo adverso, de violencia y persecución (1946-1957) durante el cual el Externado enfrentó, como en el siglo XIX, los embates de la persecución y del pensamiento conservador.

En 1957, lideró el establecimiento de ASCUN, la Asociación Colombiana de Universidades, para defender la autonomía universitaria y mejorar la calidad de la educación superior y fue el primer presidente de esta organización. En sus salones se expresó entonces el espíritu combativo que se sumó al de quienes lograron el rescate del orden constitucional en 1958.