Misiones académicas 2022-2: Patrimonio en 4 regiones de Colombia

Este semestre, las(os) estudiantes de los pregrados en Arqueología y Conservación y Restauración de la Universidad Externado de Colombia exploraron varias regiones de la geografía nacional para conocer sitios con valor patrimonial en donde pudieran aprender, practicar y aportar con su labor a la protección, divulgación e investigación de nuestra herencia cultural.

Tierradentro y Páez en el Cauca, Arjona en Bolívar, Apulo y Aguazuque en Cundinamarca, fueron los escenarios culturales elegidos por los y las docentes investigadores(as) de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural para llevar a cabo diversas actividades dirigidas al diagnóstico, documentación, intervención y excavación de la cultura material que allí se encuentra. Esta exploración dio a nuestras(os) estudiantes la oportunidad de enfrentarse a los desafíos de la investigación y el estudio del patrimonio en contextos reales que demandan la puesta en práctica de los conocimientos, métodos y técnicas aprendidos en el desarrollo de sus clases en la Universidad.  

Durante la misión a Tierradentro, 63 de nuestras(os) estudiantes se adentraron en los enigmáticos hipogeos –aquellas construcciones bajo tierra que sirvieron como sitios funerarios de quienes habitaron este territorio hace más de un milenio –con el propósito de entender las tecnologías que permitieron su construcción y uso. Acompañadas(os) de una arqueóloga, Alessia Frassani, y dos conservadores y restauradores, María Paula Álvarez y Mario Rodríguez, los y las participantes llevaron a cabo también actividades de diagnóstico de arte rupestre en Peñarica, elaboración de inventario de cerámica al interior del Vicariato, estado de conservación fotográfico y exhibición, además de visitas en las que interactuaron con diferentes comunidades que habitan hoy el territorio, para quienes este patrimonio es parte de su memoria e identidad.  

“Las misiones académicas sin duda alguna nos conectan con los tesoros más lindos de nuestro país, el Patrimonio Cultural. Además, no solo nos acerca a los diferentes escenarios académicos y laborales dentro del quehacer profesional, sino también nos permite acercarnos a compañeros, docentes y comunidades como seres humanos. Creo que la formación como futuros profesionales del Patrimonio también se construye fuera de las aulas de clase, y qué mejor manera que aprender en entornos culturales llenos de arte, en medio de la naturaleza o en los rincones de algún museo, en lugares con grandes historias y, sobre todo, en compañía de personas que valoran y preservan el legado que nos deja cada día el Patrimonio Cultural en sus distintas formas de expresión”, afirma Stefania Corredor Díaz, estudiante de Conservación y Restauración. 

Más al norte de nuestro país, la profesora Diana Carvajal ha desarrollado importantes investigaciones en el municipio de Arjona: uno de los sitios con mayor potencial zooarqueológico de la región. Allí, un grupo de estudiantes de varios semestres de arqueología pudieron trabajar en un contexto idóneo para implementar métodos y técnicas de la excavación y comprender el aprovechamiento de recursos para la subsistencia en el pasado a partir de restos animales. Al mismo tiempo, los y las participantes adelantaron procesos de divulgación científica con las comunidades locales.  

“Las experiencias en campo resultan ser una de las partes más enriquecedoras de la carrera, debido a que nos permiten poner en práctica todo el conocimiento que hemos aprendido dentro de las clases, además de brindarnos acercamientos a la vida profesional. Seguramente, los espacios que más apreciamos como estudiantes son aquellos que nos brindan las comunidades para conocer sus culturas y saberes, siempre acompañados de calidez y apertura, los cuales nos ayudan a construir perspectivas realistas de nuestro campo laboral y a comprender el compromiso social que trae cada una de nuestras carreras consigo, debido al impacto que tienen en nuestra sociedad para la preservación del patrimonio cultural”, comenta la estudiante de Conservación y Restauración, Ilse Juliana Salamanca Méndez.  

Por su parte, la misión a Apulo fue una iniciativa del profesor Pedro Arguello en la que, con la participación de estudiantes de varias universidades del país, se adelantó un reconocimiento regional sistemático para evaluar el potencial arqueológico del área estudiada a partir de la identificación de cultura material en superficie y pozos de sondeo. Esta jornada de trabajo de campo hace parte de las actividades contempladas dentro de la investigación de Arguello titulada ‘Arqueología de la guerra. Estudio de los patrones de asentamiento prehispánico en el valle del río Apulo (Cundinamarca)’.  

«Mi experiencia en Apulo fue en realidad muy enriquecedora. Lo que más me gustó fue haber superado mis límites; no tenía ni idea que podía resistir tanto calor, tanta subida y tanta caminata, pero es bonito ahora sentirse capaz de hacerlo. También haber hablado con la comunidad, me encanta la parte pública y en verdad es muy interesante que la gran mayoría de hallazgos se debió al diálogo con las personas. Eso muestra la necesidad que tenemos de conectar con los demás, no solo para nuestra labor arqueológica, sino también por nuestra responsabilidad social», sostuvo Claudia Marcela Peña, estudiante del programa de Arqueología. 

Finalmente, Aguazuque y Sibaté son territorios de gran relevancia para nuestro conocimiento sobre los primeros pobladores de la sabana de Bogotá. Allí, la profesora Angélica Triana llevó a cabo una excavación arqueológica para comprender las dinámicas sociales, el acceso a recursos, la domesticación y agricultura en este sitio. Algunas de las actividades en las que participaron nuestras(os) estudiantes fueron: excavación en corte arqueológico, ejercicios de prospección y reconocimiento de la zona de estudio, lectura del paisaje y fase de registro recolección de material arqueológico en campo. 

Desde la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural, agradecemos a los y las docentes, estudiantes, instituciones y regiones que permitieron la realización de estas misiones académicas. La Facultad seguirá con su compromiso de procurar espacios de formación en sitio que consoliden y articulen los conocimientos teóricos vistos en clase para la consecución de aprendizajes significativos para la vida profesional.