Protección al consumidor. El debate entre el derecho a la información y la publicidad

En un evento organizado por el Departamento de Derecho Comercial del Externado, expertos analizaron aspectos de la publicidad engañosa y las buenas o malas prácticas comerciales en la publicidad.

En el encuentro intervino Fidel Puentes, Superintendente Delegado para la Protección del Consumidor de la Superintendencia de Industria y Comercio, quien insistió en que cuando en la publicidad el emisor decide incluir aspectos objetivos, los mismos deben ser veraces, confiables, claros y verificables, pues dicha comunicación está diseñada para influir en las decisiones de consumo de las personas. Es allí cuando se aplican las reglas relacionadas con la información. Y afirmó: “el mensaje sí o sí tiene que ser cierto, veraz y creíble”.

 

Durante su exposición el Superintendente mencionó que la información que va dentro de la publicidad responde, muchas veces, a una cuestión de ética, e insistió que lo que no puede hacer el emisor es no cumplir las leyes y estar por debajo de las reglas que se imponen  en esta materia.

Puentes subrayó la importancia de que las empresas cumplan con el estándar mínimo de comportamiento que contempla la Ley y que busquen promover un estándar mejorado de las buenas prácticas comerciales.

En el evento también participó Arnau Izaguerri, del COMPAL, programa de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que otorga asistencia en las áreas de políticas de competencia y protección al consumidor en varios países de América Central y América del Sur.

Arnau Izaguerri centró su exposición en las prácticas en el comercio electrónico y brindó algunas cifras en dicha materia. Por ejemplo, las ventas mundiales de comercio electrónico en 2015 alcanzaron los 25,3 mil millones de dólares. El 90 por ciento, de ese volumen, fue de comercio electrónico de empresas a empresas, y tan solo un 10 por ciento fue de empresas a consumidores.

Por último, el experto afirmó que se espera que en el año 2019 aumenten las cifras de comercio electrónico, por lo menos, 66 veces con respecto a 2015.