Es urgente armonizar el ritmo de los avances tecnológicos con la regulación, sostienen expertos de la U. de California – Berkeley.

En el marco del lanzamiento del Centro para Ética y la Transformación Digital, se llevó a cabo el seminario “Aspectos regulatorios y éticos de las tecnologías disruptivas”.

Se buscó realizar una aproximación teórica y práctica a los principales aspectos regulatorios y éticos de la implementación de tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial, Big Data y Blockchain en organizaciones públicas y privadas en Colombia.

Justin Erlich, quien se desempeñó como vicepresidente de Uber para temas regulatorios estratégicos a nivel global y es actualmente profesor de la Universidad de California – Berkeley, puso de presente las relaciones no armónicas que se evidencian entre la innovación y la regulación.

En su conferencia “La tecnología disruptiva y la regulación desde una perspectiva global”, explicó las dificultades que existen en todo el mundo, debido al “acelerado movimiento evolutivo de las tecnologías y el lentísimo proceso regulatorio en todos los países”.

“Los avances tecnológicos deben ir de la mano con la regulación; sin embargo, el primer aspecto ha dejado relegado al segundo de una manera inequitativa y es allí donde se debe trabajar por parte de los Estados”, puntualizó

Por su parte Gregory LaBlanc, director del Centro Fintech de la Universidad de California – Bekeley, explicó los diferentes fenómenos que se están registrando en el mundo en innovación desde el punto de vista de la Inteligencia Artificial, el Big Data y la Transformación Digital, y cómo las empresas y los Estados deben adaptarse a este tipo de iniciativas.

Entretanto, Adriana Zapata, decana de la Facultad de Derecho sostuvo que “este tipo de evento son importantes, no solo para la academia, sino para la sociedad. Dar cuenta de todos los fenómenos y, sobre todo, incorporar las diversas discusiones que surgen alrededor de la tecnología”.

“La inclusión de la Inteligencia Artificial en la vida diaria es incuestionable; esta sinergia entre las tecnologías y todas las disciplinas académicas, debe ser materia de investigación, análisis, debate y desarrollo, siempre propendiendo por el bien de la sociedad y de los individuos”, precisó.