El Externado y El Espectador: vidas paralelas por la defensa de las libertades

En un conversatorio organizado por todas las facultades de la Universidad Externado de Colombia, Fidel Cano, director del diario El Espectador, y Juan Carlos Henao, rector de nuestra Casa de Estudios, recordaron algunos de los hechos más importantes que marcaron la historia de estas dos empresas e hicieron un análisis sobre las situaciones parecidas que ambas vivieron y que las llevaron a recorrer caminos similares.

El Externado, fundada el 15 de febrero de 1886 en Bogotá, y El Espectador, nacido el 22 de marzo de 1887 en Medellín, surgen en una Colombia en la que se coartaban todas las libertades y tipos de expresión, y en la que las leyes de censura eran “brutales”. Es justamente en este contexto en que se fundan estas dos “empresas”, cuyo objetivo es defender los ideales liberales.

“En el Externado, por ejemplo, dábamos clases de francés, que para la época estaban prohibidas porque ese era el idioma de los revolucionarios, de los “ateos”, contó Juan Carlos Henao.

Esta coyuntura generó una serie de persecuciones hacia la Universidad y el periódico; mientras los profesores y directivos del Externado eran insultados con todo tipo de ofensas y algunos padres de familia prohibían que sus hijos estudiaran en esta universidad, al Espectador le interponían todo tipo de sanciones, multas económicas y censuras, a tal punto que, incluso, “el Arzobispo de Medellín declaró que leer El Espectador era considerado un pecado mortal”, recordó Fidel Cano.

Los líderes también mencionaron las épocas en las que ambas empresas tuvieron que cerrar: el Externado por la muerte de su fundador, Nicolás Pinzón Warlosten, y el ambiente de zozobra al que estaba sometido, y El Espectador por los múltiples actos de censura, la serie de multas económicas que tuvo que pagar y el encarcelamiento de su fundador, Fidel Cano Gutiérrez.

“Hubo una época en la que El Espectador iba a dejar de circular porque no había dinero, y Eduardo Santos, fundador de El Tiempo, decide prestarnos sus talleres para que pudiéramos imprimir nuestro periódico”, recordó Cano.

Aunque las situaciones por las que atravesaron la Universidad y el periódico fueron difíciles, ambos, como una coincidencia, decidieron seguir en pie y mantener en alto su convicción de no temer a la opresión.

Durante el conversatorio también se mencionó que en 1934 El Espectador fue el primer medio de comunicación que le dio trabajo a una mujer periodista, mientras que, en 1942, el Externado de Colombia graduaba a la primera mujer abogada del país, Rosita Rojas Castro.

Los líderes concluyeron que uno de los factores que incidió para que El Espectador y el Externado se mantuvieran en pie durante tantos años, fue que, a pesar de que tanto el diario como la Universidad nacieron para defender los ideales liberales, nunca se involucraron ni se adscribieron al Partido Liberal, ni siquiera en los años de la ‘República Liberal’, época de la historia de Colombia en la que este partido tomó fuerza.

Para Fidel Cano y Juan Carlos Henao es claro que la perdurabilidad de estas empresas a lo largo de los años y, a pesar de los difíciles acontecimientos que han marcado la historia de Colombia, se da gracias a que, sin importar qué, han mantenido los principios de su fundación: la defensa de las libertades.