Richard Frederick Tovar Cárdenas, 1948 – 2020

La sonrisa amable.
Su figura alta.
Los discípulos cercanos siempre alrededor.
La academia su pasión.
La Universidad su hogar.
Deporte e intelecto en él se unieron.
Su ingenioso humor.
Su agradable compañía en nuestras celebraciones.
Crítico sin dogmas.
Su eterna barba
de rojiza tornose en blanca con los años.
Su inteligencia y su sabiduría a veces no descifrada.
El afectuoso padre juguetón.
Compañero de labores más que jefe.
Nunca distante simplemente Richard.