Domingos de poesía ‘Un libro por centavos’, último encuentro “Poética de los Poetas”

El domingo 16 de agosto se llevó a cabo el tercer encuentro de poesía, con los últimos autores del Ciclo Poética de los Poetas, de la Colección ‘Un libro por centavos’: Piedad Bonnett, Juan Manuel Roca, Martha Canfield y Luis Fernando Afanador.

Entre los participantes se encontraba Maruja Vieira, la decana de los poetas colombianos, quien, con 98 años, cada domingo pide que le pongan el ‘televisor’ para ver a los poetas amigos que tanto extraña y que no ha vuelto a ver debido al confinamiento.  Al final del encuentro, saludó a los poetas invitados y agradeció por encontrarlos en ese programa que la hace tan feliz.

Los poetas invitados hablaron sobre sus inicios y primeros encuentros con la escritura y el poder de la palabra; además compartieron anécdotas e historias de su niñez y adolescencia acerca de la importancia de haber tenido padres, abuelos y buenos maestros de literatura que los acercaron a la musicalidad y a la palabra bien habitada de la poesía.

“El manejo adecuado y bello del lenguaje permite transformar realidades, el poeta tiene una gran responsabilidad porque no puede fingir ni mentir frente al mundo que lo rodea, y cuando lo recrea debe ser honesto para que la palabra dé vida y no lo contradiga”.  Escribir sobre el dolor, por ejemplo, decía Martha Canfield, “es abrirse a la comprensión y a la sabiduría que te ayuda a aliviarlo”.

Por su lado, Piedad Bonnett, afirmaba que “la palabra, en sí misma, es poderosa, porque formulada desde la crueldad hace mal y desde el amor hace milagros”. Juan Manuel Roca se refirió a dos lenguajes, “el útil y cotidiano que usamos para la supervivencia, que se desgasta, y el otro, aquel con carácter ontológico, más preocupado por la existencia de otro mundo, el reino de la imaginación”. Luis Fernando Afanador concluyó diciendo que “las palabras tienen algo de material, no hablaría del poder, sino del contrapoder de las palabras, porque cuando se escribe siempre se hace contra algo, para poder construir esa otra realidad”.

Al finalizar hubo doble ronda de lectura de poemas solicitada por los asistentes, que no se movieron de su pantalla y nos acompañaron durante todo el encuentro.

Piedad Bonnett.

LAS CICATRICES

No hay cicatriz, por brutal que parezca,
que no encierre belleza.
Una historia puntual se cuenta en ella,
algún dolor. Pero también su fin.
Las cicatrices, pues, son  las costuras
de la memoria,
un remate imperfecto que nos sana
dañándonos. La forma
que el tiempo encuentra
de que nunca olvidemos las heridas.

Luis Fernando Afanador.

MOLLONES

Hubo una vez en que nos bañábamos desnudos en el río,
Jugábamos y conversábamos sin prisa
Lo que sería de nuestras vidas
Cuando llegara el tiempo de ser hombres
Hoy viernes he tenido ese recuerdo
Ahora que soy hombre y aún no sé
“qué será de nuestras vidas
Y ya no tengo el río
Ni los juegos
Ni la conversación interminable.

Juan Manuel Roca.

POÉTICA

Tras escribir en el papel
la palabra coyote
hay que vigilar
que ese vocablo carnicero
no se apodere de la página,
que no logre esconderse
detrás de la palabra jacaranda
a esperar a que pase
la palabra liebre y destrozarla.
Para evitarlo,
para dar voces de alerta
al momento
en que el coyote prepara
con sigilo su emboscada,
algunos viejos maestros
que conocen los conjuros
del lenguaje, aconsejan trazar
la palabra cerilla,
rastrillarla
en la palabra piedra
y prender la palabra hoguera
para alejarlo.
No hay coyote ni chacal,
no hay hiena ni jaguar,
no hay puma ni lobo
que no huyan
cuando el fuego
conversa con el aire.

Martha Canfield (poema inédito, fragmento).

WIDE (alma salvaje)

Yo buscaba una forma, una imagen gemela
que me dijera, al fin, quién soy y quién seré
pero encontré tu historia de soledad y abusos
de forma sin sentido, de autodestrucción
hasta que un día tu misma viste
lo absurdo y el error
y te fuiste a vivir a la vida salvaje.

Tú sola
en medio del desierto
caminaste cientos de kilómetros
querías encontrarte en medio
de todo lo que es todo
pero no estabas preparada…