Saludo del Rector de fin de año

Apreciada comunidad externadista

Termina un año que puso a prueba instituciones, individuos, sociedades y culturas, y no quiero dejar de enviarles un mensaje de solidaridad, de esperanza, de amor al futuro, de reflexión.

Lo inusitado del año 2020 hace que su fin sea deseado, casi que implorado, porque sin duda fue un año en extremo difícil. Esto es innegable: cuántas personas han perdido a sus seres queridos, cuántos familiares han perdido empleos y empresas, cuántas cifras de pobreza y de logros económicos se han venido aún más a pique, cuántas dificultades sicológicas se nos han presentado.

Todo lo anterior, lo reitero, es cierto.

Pero también quiero permitirme recordar en estos momentos principios de nuestra ideario externadista: nos forjamos en la adversidad cuando nacimos paupérrimos pero animosos, perseguidos pero altivos, en el aciago año de 1886, en el cual, a pesar de los atropellos, de las injusticias, de las enormes dificultades de toda índole, nunca, pero nunca perdimos el norte que nos daba la esperanza de construir sociedades y personas libres, tolerantes, comprometidas con los valores democráticos y con la realización del ser humano.

En las dificultades de la vida, ¿cómo lograr mantener el optimismo?  ¿cómo revitalizar nuestro ideario?

En reciente conferencia de la profesora Martha Nussbaum, ante la pregunta anterior respondió de la siguiente manera: “el optimismo es un imperativo ético”. Estoy de acuerdo, máxime en una comunidad educativa que forma juventudes y construye país. No podemos atribuirnos el derecho, salvo situaciones excesivamente arduas, de caer en el pesimismo o en la depresión.

La vida humana y su relación con las emociones es tan antigua como nuestra especie y conjugarlas con inteligencia es un imperativo para cada quien.

Como Rector puedo dar fe de la entereza con la que hemos manejado este año. No puedo calificar sino como ejemplar la seriedad y el compromiso con que estudiantes, profesores y personal administrativo, asumieron el cambio abrupto que tuvimos que enfrentar. Cada quien desde su propia posición y las más de las veces duplicando o triplicando esfuerzos, entregó lo mejor de sí para construir en cada casa un pedazo del Externado. Me atrevo a pensar que, no obstante la distancia, pocas veces nuestra Universidad se ha mostrado tan compacta y firme. Nuestro espacio común fue el propósito indeclinable de seguir siendo, de salir adelante.

De ahí que este saludo de fin de año sea, en primer lugar, para transmitirles mi profundo agradecimiento por los desvelos, por el ingenio para sortear los obstáculos, por no haber cedido a la primera dificultad, por haber hecho de la fortaleza una virtud. Pensar en el carácter demostrado, reconforta y nos debe llenar de ánimo para continuar en el 2021.

Luego de estas breves reflexiones, finalizo con dos anotaciones prácticas.

La primera: en enero de 2021 retornaremos al campus de una manera prudente, cautelosa y segura. Les solicito ver en nuestro portal web la noticia “2021: cómo vamos a regresar al Externado”, donde se encuentra tanto la información general como la de cada facultad. Reitero lo básico: el principio general es la voluntariedad. Quien considere, profesores o alumnos, que no desean asistir al campus, tiene toda la libertad de no hacerlo. Los empleados administrativos habrán de coordinar con sus jefes inmediatos.

Lo segundo: en el día de hoy el Consejo Directivo, luego de un constructivo debate, aprobó el Reglamento para la elección de mi reemplazo, que se posesionará el próximo 3 de mayo. Según lo acordado, el nuevo Rector será elegido en el mes de marzo, conforme al Reglamento y al calendario que se dará a conocer prontamente.

Creo que todos nos merecemos un descanso, una pausa que nos permita darnos cuenta de lo que hemos crecido como personas y como institución en este año que termina; este trance sin duda pasará y además de las muchas enseñanzas que deja, quedará el recuerdo de un tiempo en que supimos responder a la adversidad.

Descansen bien, sean amorosos, reflexivos, comunicativos y recarguen energía para que, entre todos y todas, sigamos engrandeciendo nuestro Externado.

Juan Carlos Henao

Rector