“El optimismo es una responsabilidad moral”: Martha Nussbaum

Frente a las mil dificultades que tiene Colombia en el propósito de alcanzar la paz, perder la esperanza no es una opción, dijo la pensadora Martha Nussbaum* al responder una pregunta del rector del Externado, Juan Carlos Henao, al término de la conferencia que pronunció  durante el foro “Creamos valor”, organizado por la Asociación Colombiana de Cajas de Compensación Familiar – ASOCAJAS** y el posterior intercambio de ideas con los rectores Henao, del Externado, y Alejandro Gaviria de Los Andes.  

Ante la pregunta formulada por Henao: “¿Cuándo un ser humano puede, si es que puede, romper con la argumentación y el debate riguroso frente a la actitud de otros seres humanos? ¿Hay algún momento en el que se pueda perder la esperanza?” la profesora invitada respondió que, siempre hay que buscar un resquicio para evitar una ruptura definitiva y puso como ejemplo la vida de Nelson Mandela, quien a pesar de todo nunca perdió la esperanza.  

Para conseguir esa actitud perseverante, agregó Nussbaum, es indispensable la humildad que facilita el compromiso con la argumentación y  el debate riguroso; se impone, también, la voluntad de escuchar a los demás en pie de igualdad, y ver qué tienen para ofrecernos; a partir del pensamiento socrático, la profesora señaló la importancia de construir un yo democrático compuesto por la seguridad y la confianza. Así se puede desarrollar una  política de la esperanza basada en el amor, en una visión imaginativa (por medio de la poesía, la música y el resto de las artes) y un espíritu de deliberación y de crítica racional, encarnado en la filosofía, pero también en un buen discurso político. 

Para redondear su idea la catedrática norteamericana coincidió con el rector Henao en que “el espíritu de la revancha y la retribución es el veneno de cualquier relación humana y que “una política de la reconciliación debe también ser una política de verdad y de justicia”. 

Vivimos una crisis silenciosa

En su conferencia “Creando capacidades, el camino al desarrollo”, Martha Nussbaum expuso que más allá de la coyuntura del Covid la humanidad vive una crisis silenciosa, muy dañina para la democracia y con graves impactos en la educación, a la que le caben las palabras del filósofo indio Rabindranath Tagore como un suicidio gradual por encogimiento del alma. 

Esta crisis, agregó Nussbaum, tiene que ver con un enfoque equivocado de los propósitos legítimos de la sociedad. En la medida en que el mundo actual privilegia la habilidad para la ganancia económica sobre otras destrezas, limita las posibilidades de un verdadero desarrollo social: es preciso que nos preguntemos si necesitamos máquinas útiles o personas democráticas y si las humanidades están condenadas al olvido en un mundo gobernado por el mercado, se cuestionó la invitada y dijo que  Indicadores como el PIB no pueden ser el oráculo de la sociedad.  

Las habilidades que necesitamos

¿Qué habilidades se necesitan entre los ciudadanos para preservar la democracia y obtener un verdadero desarrollo social, que dignifique la vida? 

La construcción o preservación de la democracia, agregó la pensadora, exige el desarrollo de habilidades como la creatividad, la imaginación, el pensamiento crítico, la capacidad de hacer preguntas, la valoración y el respeto por la diversidad, la inclusión, la igualdad y el respeto por la dignidad y la vida humanas. Agregó que el fin de la ciencia debe ser la verdad, antes que las meras ganancias económicas y generación de la riqueza monetaria. 

En ese orden de ideas, la educación debe enfocarse primordialmente hacia valores como la libertad, que se puede asir por medio de las artes y las humanidades. Además, el ciudadano de hoy debe ser ciudadano del mundo que conozca la diversidad que hay en el planeta en todo sentido y, en esa medida, respete las diferencias, sea capaz de ubicarse en la situación del otro. El avance social pasa por el empoderamiento de todos los ciudadanos. Con capacidad de pensarse y examinarse a sí mismos y pensar por sí mismos. Y en todo esto está la importancia de las humanidades para construir un futuro ambicioso.  

Lograr eso no es fácil, ya que en las democracias modernas impera una situación de razonamiento apresurado, de alguna manera favorecido por los medios de comunicación, subrayó la filósofa norteamericana.  

Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de Los Andes; profesora Martha Nussbaum; Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado de Colombia.

Tras coincidir con una apreciación del rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, sobre la dificultad que tienen los jóvenes actuales de aceptar ideas diferentes a las propias, Nussbaum declaró que la educación, desde los primeros años, debe adiestrar a los estudiantes a  participar en diálogos, a deliberar. En otras palabras, en el ámbito educativo se debe recuperar el valor de la política genuina.   

Al responder una inquietud del rector Gaviria, quien puso de presente una tendencia de intolerancia en ciertas universidades en el mundo, que se manifiesta en lo que se ha llamado una cultura de la cancelación” (cancelación del que no estéá de acuerdo con nosotros por ejemplo en redes sociales) la profesora Nussbaum advirtió que es imprescindible que las ideas en la sociedad tengan “derecho al debido proceso”, es decir, que se pueda discutir, que se pueda argumentar, no solamente cancelar al primer impulso. Es preciso promover el intercambio entre los jóvenes de hoy que con frecuencia no están dispuestos a r el otro lado.   

Y eso no es fácil en nuestro país, sostuvo la conferencista, dado que en Colombia, por ejemplo, los jóvenes han crecido en un ambiente polarizado compuesto por ganadores y perdedores en los que los primeros humillan a los segundos. Compartir ideas de manera pacífica es una asignatura pendiente. 

La resolución pacífica de los conflictos debe ser la filosofía de vida que se desarrolla en el ámbito educativo. Importante es el reconocimiento de los grupos diversos dentro y fuera del país; se deben conocer las tradiciones ajenas. Un campo especialmente interesante para ello es el de aprovechar la natural curiosidad de los jóvenes por las diferentes religiones y sus rituales, para desarrollar un sentido de respeto a la diversidad.  

En esto de las religiones es donde se encuentran más estereotipos y una oportunidad de respeto a la diferencia, dijo la profesora de la Universidad de ChicagoResulta fundamental una educación cultural porque  no hay mayor fuente de desdén que la ignorancia” y puntualizó: si bien el conocimiento no es garantía absoluta de un buen comportamiento ciudadano, la ignorancia sí lo es de un mal comportamiento. 

Otras de las habilidades que se requieren para la construcción de la democracia y el camino hacia el desarrollo, tiene que ver con la adquisición de lo que la conferencista llamó  “la imaginación narrativa”, que pasa por entender las emociones del otro. Lamentablemente la simpatía y la emoción son manifestaciones que se reprimen en la escuela de hoy. Las artes en general resultan muy apropiadas para desarrollars estas destrezas y para comprenderse a uno mismo, lo cual es fundamental para comprender a los demás.  Las artes contribuyen a desarrollar un sentido de la libertad, más allá de la tradición y la autoridad.  

Específicamente para Colombia, Marta Nussbaum propone reemplazar la retórica vana por la argumentación como un paso para evitar que la polarización corrompa el discurso político. Se necesita una ciudadanía mundial que comprenda los problemas a ese nivel, como el cambio climático, y se necesita imaginación narrativa para podernos ver los unos a los otros. Se requieren  estudiantes que aprendan por sí mismos, y se precisa colocar en su justa dimensión la excesiva importancia actual que se da a las habilidades tecnológicas. Una educación que supere el estadio de la memorización, que rompa con la aburrición y la indiferencia y promueve la felicidad en lo que hacemos a diario.  

Otra manera de contribuir a las democracias y al desarrollo es la promoción de una educación continua de los empresarios y profesionales sobre asuntos humanísticos éticos y filosóficos, cultivar la imaginación y, en definitiva, mantener la fe en la educación como vehículo para enfrentar nuestros desafíos, concluyó la pensadora invitada.   

Finalmente los rectores Henao y Gaviria manifestaron su coincidencia y admiración por las ideas y el trabajo intelectual de Martha Nusbaum y subrayaron cómo resulta definitivo para nuestras sociedades seguir luchando por ideas que aparentemente pueden parecer desuetas, pero que mantienen  una vigencia sorprendente: libertad, tolerancia, respeto, humanismo.     

 



* Martha C. Nussbaum. Es una de las pensadoras contemporáneas más importantes del momento, profesora distinguida de Derecho y Ética de la Universidad de Chicago. Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012.


** El foro “Creamos Valor” organizado por Asocajas, en el que intervino la profesora Nussbaum, con la interlocuión de los rectores del Externado y de Los Andes, buscó ofrecer un espacio para el intercambio de ideas alrededor de la construcción de un nuevo y democrático escenario para el avance de la sociedad.