Las siete primeras semanas del Gobierno Petro marcan una reducción de los homicidios

Durante las primeras sietes semanas disminuye la intensidad del conflicto: bajan los homicidios y se reducen las acciones armadas y los ataques contra la población civil.

Profesor Andrés González Díaz
Director Centro de Análisis de Datos, DELFOS
Universidad Externado de Colombia

Luego de siete semanas del nuevo gobierno del Presidente Gustavo Petro se observa que bajó el número de homicidios si se compara con el mismo periodo del 2021. Este año hubo 134 homicidios menos durante el nuevo gobierno. Entre el 7 de agosto y el 30 de septiembre del 2022 hubo 1992 casos versus 2126 del mismo período en el 2021. Esto es 6.3% menos.

Si confrontamos agosto de 2022 (1089 homicidios) con agosto de 2021 (1237 casos) tendríamos 148 casos menos, esto es una reducción del 12 %. Al comparar septiembre del 2022 (1076 homicidios) con septiembre de 2021 (1142) observamos también 66 casos menos. La reducción en este caso fue del 5.8%.

Es prematuro un análisis de fondo hasta tanto no se desarrollen las propuestas de una paz total y se pueda apreciar el impacto en las zonas afectadas por el conflicto armado. Sin embargo, el nuevo Gobierno empieza con una disminución de la tasa de homicidios.

Desde luego es indispensable un análisis con enfoque territorial para entender mejor donde se localizan las reducciones y los aumentos en los entes locales, pero hay una clara diversidad: con aumento en unas regiones y descenso en otras. En las grandes ciudades hay una tendencia a la baja. En las ciudades intermedias y en los pequeños municipios la situación es muy variable con una gran fragmentación de los grupos armados organizados, que superan el centenar.

En las grandes ciudades durante las primeras semanas del gobierno Petro la mayor reducción se da en Cali y Barranquilla. Cali baja en 59 homicidios (- 31.7%) y Barranquilla en 15 (-23%). A su vez, en Bogotá se registran trece casos menos, equivalentes a -7.8%, al comparar el período del 7 de agosto al 30 de septiembre de 2022 con el mismo periodo del 2021.

En otras ciudades el aumento que venía desde julio continua. Cartagena sigue subiendo, 18 casos más (+45%). También Santa Marta, crece 8 casos (+29.6%). Bajan Quibdó, Tuluá, Buenaventura y Tumaco, pero suben Barrancabermeja y Cartago.

El análisis que resulta indispensable es el monitoreo sobre las zonas más afectadas por el conflicto armado para observar el impacto de los anuncios del nuevo gobierno y la reacción de los grupos armados organizados. En este caso el vistazo preliminar sobre las ciudades intermedias y los municipios de menor población puede ser indicativo.

En la región del Cauca, municipios como Puerto Tejada, El Tambo, Buenos Aires, Suárez y Santander de Quilichao crecieron en homicidios. Siendo el más notorio Buenos Aires que aumentó un 300%. Santander de Quilichao subió ocho casos, un 57%. El Tambo subió 7 casos (+233%). A su vez bajaron Corinto, en 5 casos, un (-83.3%), Patía, 9 casos menos (-75%), Caldono, un caso menos (-16%) y Argelia, un caso menos (-11%).

En el Bajo Cauca Antioqueño y Antioquia, en general, se incrementó el número de homicidios en Yolombó (+250%), Briceño (+200%) Tarazá (+25%) y Santa Rosa de Osos (+60%) pero bajó en Segovia (-36%), Valdivia (-33%) y Caucasia (-6%), entre otros.

En el Catatumbo bajan las muertes en municipios icónicos del conflicto como Tarra (-2 casos, – 66.6%), Tibú (-1 caso, -12 %), o Puerto Santander (- 4 casos, -66.6%)

En el Valle, subió el numero en Florida (7 casos más, 350%), pero bajó en Zarzal y Toro.

En el Putumayo suben las muertes en Puerto Guzmán (+9) y en el Valle de Guamuez (+4) pero bajan en Puerto Asís (-5)

El Gobierno Petro ha comenzado con una reducción de los homicidios de un 6%. Sin embargo, la materialización de una paz total supondrá disminuciones drásticas no inferiores al 50%.

Acciones armadas y conflicto armado

De manera general puede afirmarse en un primer análisis preliminar que ha habido una disminución del número de acciones armadas y de la intensidad del conflicto armado durante las primeras siete semanas del gobierno Petro.

Si se revisan los indicadores de las acciones armadas reportadas por la agencia de Naciones Unidas, OCHA Colombia (Monitoreo humanitario) entre el periodo del 7 de agosto y el 30 de septiembre de 2022 comparadas con el mismo periodo del 2021 se aprecia una disminución significativa, del 46% en la mayoría de las acciones armadas como combates, hostigamientos, emboscadas e incursiones y ataques a infraestructuras militares y de policía.

A nivel nacional los combates descendieron en un 59 % en 2022. Ocurrieron 71 eventos en 2020 y 29 en 2022. Se precisa que la categoría de combates se refiere a enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos insurgentes o armados, organizados al margen de la ley. Los hostigamientos disminuyeron en un 39 %, de 18 eventos en 2021 a 11 eventos en 2022. Las emboscadas presentaron una disminución del 60%, pasando de 10 eventos en 2021 a 4 en 2022 y las incursiones bajaron en un 100%, pues ocurrieron 6 eventos en 2021 y 0 en 2022.

Al mismo tiempo, los enfrentamientos entre actores no estatales presentaron un leve aumento del 5 %, pues en 2021 se presentaron 20 eventos y en 2022 han ocurrido 21 durante el período en estudio. En esta categoría no participan unidades de la fuerza pública. Se trata de enfrentamientos entre actores armados organizados no estatales como el ELN, el clan del golfo o las disidencias de las Farc enfrentados entre sí, caso en el cual no hubo un descenso sino por el contrario un aumento.

El conflicto en Colombia se mantiene degradado con graves violaciones a los derechos humanos, pero puede afirmarse, de manera general, que durante las primeras siete semanas del gobierno Petro han descendido también los ataques contra la población civil.

Durante dichas semanas los ataques a la población civil monitoreados por OCHA de Naciones Unidas bajaron en un 70 %, de 2773 a 839. Los homicidios intencionales en persona protegida, que involucran a los civiles inocentes que mueren en medio del conflicto, se mantienen muy altos, pero disminuyeron en un 17 %, bajando de 297 a 247 muertes. Las masacres también bajaron en un 20 %, pasando de 49 en el periodo de 2021 a 39 en 2022. El reclutamiento forzado de menores bajó un 80%. Los casos registrados en el periodo bajaron de 50 a 10. El homicidio político se redujo en un 25 %, de 8 a 6 casos. Las amenazas pasaron de 2254 a 427. Al mismo tiempo durante el mismo periodo se observa un aumento en los datos de secuestros, ya que mientras entre el 7 de agosto y 30 de septiembre de 2021 se registraron 12 secuestros, en 2022 hubo 50, esto es un incremento de 317%. Los eventos de violencia sexual también aumentaron en un 100 % pues mientras en el periodo de 2021 no se presentaron hechos, en 2022 se registraron 3 eventos.

Las acciones armadas del periodo del año 2021 se presentaron en Argelia, Cauca (6), Tibú, Norte de Santander (5) y Tumaco, Nariño (5). Para el año 2022, el primer lugar lo ocupa Tibú con 4 acciones armadas seguido de Argelia (3), Caldono (3) y Buenaventura (3).

La categoría «masacres», registrada por el monitoreo de OCHA, se refiere al número de personas afectadas (tanto muertos como heridos).