Las competencias globales: el nuevo talento conectado

Por: Ruth Arroyo Tovar, doctora en Pedagogía con énfasis en las TIC, Máster en Gestión y Desarrollo de Hoteles, Especialista en Habilidades Gerenciales y Administradora de Empresas Turísticas y Hoteleras del Externado.

En 2018 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), presentó una estrategia denominada: “El futuro de la educación y las nuevas habilidades”. En ella se determina que la educación se debe orientar tanto a las destrezas básicas para la vida, como a las diversas formas de conocimiento, actitudes y requerimientos para las nuevas generaciones. En las pruebas de Pisa, se incluyó, entonces, el componente de “Competencia Global”.

Se entiende por Competencia Global la capacidad para examinar cuestiones locales, regionales, nacionales e internacionales, referido a asuntos económicos, sociales, políticos, ambientales y culturales; así como comprender, apreciar, respetar y debatir las perspectivas del mundo.

Según el estudio ‘Horizonte 2020’ realizado por la empresa española de consultoría en gestión del talento: Humannova integrada por expertos en gestión humana + innovación, determinaron que esta nueva década del siglo XXI identifica una revolución del talento humano que incluye las competencias globales de personas permanentemente conectadas.

Todo nace desde la transformación de los estudiantes en “ciudadanos del mundo”, lo cual impulsa el desarrollo de habilidades interculturales y todo lo que ello trae consigo:

Los jóvenes estudiantes de LATAM entre 13 a 18 años, han aumentado sus frecuencias de viajes en un 57 por ciento desde hace una década. El propósito principal de estas experiencias en el exterior es explorar lugares, aumentar el acervo cultural, aprender, mejorar o perfeccionar uno o varios idiomas, crear redes de contacto personal, profesional, laboral y de negocios, en un mundo cada vez, más conectado. Estos viajes acompañados de un proceso de aprendizaje intercultural permiten desarrollar la habilidad de “competencia global”.

Este nuevo concepto de competencia incluye 5 saberes y habilidades: conciencia y responsabilidad de sí mismo, pensamiento crítico, empatía, conocimiento y conciencia cultural y compromiso de responsabilidad social hacia la comunidad mundial. (Semana Educación, 2019).

Esta competencia, una vez vivida y perfeccionada por el estilo de vida de cada persona de forma reiterativa, trae como beneficio un retorno e impacto positivo en la comunidad de origen para buscar un mundo más igualitario, dando respuestas a las necesidades del entorno, como una persona más sociable y resiliente, con comportamientos pacíficos, sustentables y respetuosos de las diferencias culturales. (Semana Educación, 2019)

Hay que tener claro que no con un solo viaje internacional la persona se convierte en ciudadano global. Hay que tener formación y aprendizaje continuo. Hacer procesos de actualización en prácticas y saberes de alta demanda en los entornos laborales ya sean: empresarial, productivo de servicios o académico, entre otros, y, sobre todo…estar conectado por medio de plataformas, redes sociales, redes profesionales, laborales o científicas.

Sobre el futuro cercano podemos reflexionar y podemos inferir cómo los profundos cambios sociales y tecnológicos afectarán a la gestión de las personas en esta nueva década:

1. Digitalización de las empresas (58 por ciento).

Factor que hará cambiar la gestión de personas y de los Recursos Humanos. Esta área deberá liderar la gestión del cambio digital y ayudar a los actuales miembros de la organización a efectuar las transformaciones culturales y organizativas que supone el impacto tecnológico.

2. Globalización y movilidad (26 por ciento)

La globalización y los cambios en el mercado laboral provocarán flexibilidad. La globalización de la economía y la aparición de nuevos países emergentes implica cambios en el poder económico, en la localización industrial y en la generación de riqueza. Esto conlleva fenómenos masivos de movilidad y una nueva fuerza laboral global.

3. Envejecimiento de la población laboral (24 por ciento)

El impacto generacional debido al envejecimiento de la población laboral será intenso y un catalizador de la movilidad y la flexibilidad.

4. Nuevo mercado de trabajo multicultural y diverso no ajustado (23 por ciento).

Profesionales muy bien preparados de diferentes lugares del mundo competirán globalmente en el mercado, donde las nuevas profesiones tendrán diversidad cultural, la cual, será cada vez más una ventaja competitiva.

5. Incremento de la competitividad e innovación (21 por ciento).

La competitividad y la innovación, resultado de esta globalización, provocarán cambios en las nuevas formas de gestionar personas.

6. Crisis económica (15 por ciento)

A la crisis económica se le atribuye precariedad en las relaciones laborales, pero también es considerada como un acelerador de la flexibilidad laboral.

7. Nuevos modelos de negocio, nuevas formas de trabajo (9 por ciento)

Este tipo de fenómenos orientan hacia un nuevo estilo de relación laboral y de entender el trabajo, con una nueva forma de organización, caracterizada por la flexibilidad pero, sobre todo, por la importancia del individuo y de la libertad del profesional.

8. Nuevos profesionales independientes, nuevos valores (7 por ciento)

Individualización: empresas con empleados más libres. Nuevos profesionales independientes, como los denominados ‘Knowmad’ (nómada del conocimiento) sustituyen valores como fidelidad, seguridad y estabilidad, responsabilidad individual, autonomía y proyecto profesional. Profesionales que valoran su “calidad laboral” ya no en términos de horas o salario, como sí de proyecto.

9. Empresa social y responsable (5 por ciento)

Empresas más ligeras y flexibles tienen que incorporar nuevos valores de gestión y también de responsabilidad social para atraer este nuevo talento, que se guía más por la “responsabilidad” y los “valores de la empresa”.

10. Nuevos Valores sociales que impactan a la empresa (5 por ciento)

Las nuevas organizaciones no sólo deben retribuir monetariamente, sino también emocionalmente, respetando los nuevos valores emergentes: felicidad, auto-realización, flexibilidad, transparencia, justicia, responsabilidad social. (Semana eduación, 2019)

Referencias:

Semana Educación, (2019). Apuesta por las competencias globales. Edi. 42. Pág: 21