Entre una Francia socio-liberal o una ultraderechista

Este 7 de mayo los franceses elegirán entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Docentes de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, expertos en la materia, analizaron la crucial coyuntura política.

El pasado 23 de abril los galos asistieron masivamente a las urnas para elegir a los candidatos que pasarían a la segunda vuelta presidencial. Las amenazas de un ataque terrorista y el tiroteo que se registró en los Campos Elíseos de París, el jueves 20 de abril, no atemorizaron a los votantes en un debate electoral que dio como ganadores al socio-liberal Emmanuel Macron y a la ultraderechista Marine Le Pen, el primero con el 23,5 % de los votos y la segunda con el 22,08 %.

En el marco de esta coyuntura, la Cátedra Europa de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales y el programa radial ‘El mundo en debate’ organizaron en la Universidad, un encuentro entre docentes franceses del Externado y estudiantes, para presentar sus opiniones y posturas acerca del momento político que vive Francia.

Los resultados de la primera vuelta marcaron un hito sin precedentes, según se pudo desprender de las intervenciones. Desde 1981, esta es la primera vez que los partidos tradicionales -el socialista, la izquierda y los conservadores- se quedan por fuera de la segunda vuelta y reciben la votación más baja en décadas.

El conservador François Fillon se situó en la tercera posición con el 19,75 % de los votos, por delante del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con el 19,45 %. Mientras que el socialista Benoît Hamon obtuvo un paupérrimo 6,08 %, una de las cifras más bajas obtenida por este partido en toda su historia.

“Estos partidos siempre habían estado presentes en todas las elecciones. Desde 1981 que ganó por primera vez un candidato socialista, se habían alternado la Presidencia entre la Derecha y la Izquierda. Este año se les derrotó en las elecciones”, apuntó Florent Frasson.

Los panelistas coincidieron en que para este 2017 los electores están buscando un candidato que se aleje de las políticas tradicionales que, actualmente, tienen la economía francesa en uno de sus peores momentos. El escándalo de corrupción del conservador François Fillon, en el que se conoció que había otorgado empleos ficticios a su esposa e hijos y les pagaba con fondos públicos, ocasionó también que los franceses decidieran creer en candidatos lejos de los partidos tradicionales.

“Los electores abandonaron su partido y esto es algo muy difícil, teniendo en cuenta que la relación entre estos dos sujetos es una de las más fuertes políticamente hablando. El elector pasó por una crisis de identidad y terminó por dejar de creer en ellos”, agregó Ricardo García, también docente del Externado.

Es entonces, bajo todo este contexto, que se presenta una de las elecciones presidenciales francesas más difíciles y atípicas, marcadas por dos candidatos que no se relacionan en nada el uno con el otro.

Por un lado, se encuentra, como dicen los docentes del Externado, el “brillante, atractivo y el político más joven que ha llegado a una segunda vuelta presidencial en la historia de Francia”, Emmanuel Macron. El exministro de Economía, de 39 años, se transformó en el aliado de las juventudes con sus discursos novedosos, que apuntan a renovar la república francesa, instaurada en 1958.

Macron “es un producto del marketing”, mencionó la docente de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales Eugenie Richard. Y es que, desde el lanzamiento de su candidatura, el político socio-liberal ha logrado hacerse de una voz propia, y de una buena imagen en redes, con la premisa de que no “es ni de derecha, ni de izquierda”, lema también de su partido: ‘¡En Marcha!’.

Aunque trataron de enlodarlo con su curiosa historia de amor, que fue portada en grandes medios, donde se contaba que su actual esposa aparte de ser mucho mayor que él -le lleva 24 años, fue su maestra en el colegio y se separó de su esposo, con quien ya tenía tres hijos, para casarse con él- no ha logrado opacar al candidato que hoy más que nunca se transforma en la alternativa fresca y alejada de los partidos tradicionales.

«Los franceses han expresado su deseo de renovación», dijo Macron al conocer los resultados de la primera vuelta y muy confiado en que se trasformará en el ganador de la segunda, mencionaron los panelistas, quienes a su vez criticaron la confianza con la que dio su discurso, nombrándose ya como el nuevo presidente de Francia.

Por otro lado, se encuentra Marine Le Pen, de 49 años, reconocida por sus políticas de ultraderecha y, en especial, por su rechazo a la inmigración.

Le Pen ha llevado el Frente Nacional al centro de la atención política y se ha convertido en una real aspirante a ser la primera mujer presidenta de Francia. Desde muy pequeña y gracias a su padre Jean-Marie Le Pen, acusado de tortura, la candidata ha luchado contra los comunistas y los inmigrantes. Para el partido, que hasta hace unos días lideraba Le Pen y del que se desligó para las elecciones, una de sus luchas es la de que el islam no es compatible con la nación francesa. Además, busca desligarse de la Unión Europea.

“Le Pen es una de las sorpresas más grandes de estas elecciones, sus propuestas son tan ultraderechistas que si gana sería retroceder en la libertad de Francia”, es decir, afectar uno de los principios fundamentales de la República, dice Marie-Eve Detoeuf.

Mientras llega el 7 de mayo, políticos, entre ellos el actual presidente François Hollande, han llamado a apoyar al socio-liberal Macron.

Los expertos que participaron en este panel esperan que, finalmente, los resultados no sorprendan al mundo como sucedió con la elección de Trump, el Brexit y el ‘No’ en el plebiscito por la paz en Colombia.

En la discusión participaron los profesores franceses y colombianos Marie-Eve Detoeuf, Eugenie Richard, Florent Frasson y Ricardo García. Como moderadora intervino la profesora Aneta de la Mar Ikonómova.