Viviendo el sueño colombiano por medio del arte

Thierry Harribey fue el invitado a una nueva charla de la serie “Creativos e Innovadores que Inspiran”, de la Facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras.

En 1984, Thierry Harribey era un francés que comenzaba su vida laboral en una compañía de seguros. Fue tan bueno en su trabajo, que a lo largo de los años fue ascendiendo y, en el 2008, le propusieron un traslado a Bogotá, Colombia, para que se hiciera cargo de la sucursal de la compañía. Sin pensarlo dos veces, Harribey empacó sus maletas y llegó sin saber nada de nuestro país.

Su empresa se encargó de darle un recorrido e informarle lo más importante de la capital. Luego de un año de trabajar, aprender un poco el español y acostumbrarse a Bogotá, Thierry un día simplemente se quitó su corbata, se dejó crecer su barba y su cabello y renunció a su trabajo. “No pedí muchos consejos, mis hijos ya son independientes, y yo ya estaba cansado siempre de trabajar en lo mismo”, contó el panelista.

Tras tomar esta decisión, Thierry se dedicó a lo que siempre le había gustado: el arte. Recorrió varios barrios de Bogotá y, al final, encontró una casa en La Candelaria, ubicada en la tercera con doce, y decidió, aparte de vivir allí, instalar una galería de arte que hoy es conocida como “Nee Bex”.

El francés creó este lugar con tres motivaciones: destacar a los artistas jóvenes y emergentes del país, su amor al arte y, evidentemente, ganarse la vida de alguna forma.

Hoy, a sus 52 años, no se arrepiente de haber renunciado a un trabajo estable que le hubiera podido dar una pensión y tranquilidad financiera, porque está cumpliendo uno de los sueños de toda su vida.

Y aunque las ganancias no son exorbitantes -Harribey afirma que el arte en Colombia esta desvalorizado- le gusta cambiar la galería cada mes y apoyar a estudiantes de maestrías y especializaciones en arte.

El invitado al encuentro comentó que la galería es visitada por 75 por ciento de colombianos y 25 por ciento de extranjeros; respecto a las compras, un 70 por ciento son extranjeros. “Aunque los colombianos me visitan, poco les interesa adquirir piezas, y no solo tengo cuadros, el arte también son instalaciones, fotos, videos, esculturas”.

A pesar de lo anterior, Thierry destacó la calidez de los colombianos y afirmó que este país es el lugar donde se quiere estar el resto de su vida.