El IPC muestra las primeras señales del efecto COVID-19, con variaciones positivas en la división Alimentos y bebidas no Alcohólicas y negativas en combustibles para vehículos.
La proporción de ocupados informales en zonas urbanas del país continúa siendo una preocupación. La cifra, que incrementó para el último periodo pone en evidencia un desafío económico y social.
Aun en tiempos de crisis- y más aún en tiempos de crisis- hay que cuidarse de la corrupción y de que los subsidios no hagan más difícil la cooperación entre las personas.
En esta crisis hay que desmontar la falsa disyuntiva entre salvar vidas y salvar la economía, que ha sido pésima guía en la toma de decisiones políticas.
El Gobierno, que se ha negado a subirle impuestos a los ricos, ahora busca restringir el gasto público, y estas medidas tienen impactos negativos en la inversión y el empleo.
Como toda crisis, esta golpeará más duro a los más pobres, a quienes viven en la informalidad, barrios y regiones vulnerables. ¿Qué hacer como sociedad?
¿Cuáles son y cuánto pesan los sectores más afectados por la cuarentena, y qué tipo de medidas deben adoptarse para esos varios sectores?
Un cálculo razonado de los gastos de emergencia y de las consecuencias que tendría financiarlos.