El Covid-19 constituye una oportunidad para ajustar y mejorar el sistema de riesgos laborales en Colombia

La declaratoria de emergencia sanitaria, la declaratoria de emergencia económica, social y ecológica, las medidas de aislamiento preventivo y confinamiento permitieron atender la emergencia generada por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, su prolongación generó efectos en el mercado de trabajo.

Con base en estos precedentes la Universidad Externado de Colombia, por medio de su Departamento de Seguridad Social y Mercado de Trabajo, y por encargo de la Corporación para el Desarrollo de la Seguridad Social (Codess), realizó una extensa investigación denominada “Efectos de la Covid – 19 en el Sistema General de Riesgos Laborales colombiano”.

Durante la presentación de las conclusiones y recomendaciones de esta investigación académica, el rector de nuestra Casa de Estudios, Hernando Parra Nieto, insistió en que es un trabajo exhaustivo de recolección de datos, que analiza las diferentes variables que reflejaron el impacto de las medidas adoptadas durante la pandemia, además de profundizar en un diagnóstico respecto de la efectividad del Sistema de Riesgos Laborales al momento de atender las nuevas circunstancias que surgieron a partir de esta coyuntura.

“El teletrabajo, la informalidad laboral y la cobertura de nuevas necesidades como la salud mental, generó una revisión general del sistema y de los actores que participan en el funcionamiento del mismo, así como la coordinación de las autoridades públicas en la ejecución de instrumentos normativos y la asignación eficiente de recursos a efectos de hacer frente a los desafíos de dicha crisis”, precisó.

Para la decana de la Facultad de derecho, Emilsen González de Cancino, todos los sistemas de riesgos laborales de los diferentes países tuvieron que hacer ajustes y adaptarse rápidamente a los nuevos retos que impuso la pandemia en los diferentes sectores, y a “contemplar nuevas enfermedades y padecimientos laborales derivados del Covid-19, como una serie de circunstancias no previstas”.

Emilio Carrasco, director del Departamento de Seguridad Social y Mercado de Trabajo destacó que esta es una investigación que contribuye como academia mediante la presentación de insumos a las autoridades y a la discusión pública, para mejorar un sistema que se está construyendo desde 1993.

Roberto Sierra, director de Codess, sostuvo que la emergencia sanitaria constituye una oportunidad para ajustar y mejorar el sistema de riesgos laborales y la gestión de todos sus actores.

“La Universidad establece una serie de recomendaciones importantes para la política pública, también analiza el posible impacto a mediano y largo plazo de la nueva cobertura y de las secuelas o efectos aun desconocidos de la pandemia. Se requiere garantizar la protección efectiva por parte del sistema general de riesgos laborales de los trabajadores en las nuevas modalidades de trabajo, trabajo remoto o trabajo en casa. Es necesario adecuar los sistemas de riesgos laborales para enfrentar los efectos de la pandemia y para enfrentar situaciones futuras”.

Para Carolina Galindo, directora de riesgos laborales del Ministerio del Trabajo, “este tipo de investigaciones académicas son un gran insumo para cumplir las acciones propuestas desde el Gobierno Nacional, para modificar y mejorar las condiciones de los trabajadores en Colombia; no solo por los efectos de la pandemia, sino, en general para la transformación de la normatividad laboral del país”, concluyó.

El Coordinador Nacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Schneider Guataquí, insistió en que el Gobierno en su conjunto se debe comprometer a fomentar el dialogo social en materia de seguridad y salud en el trabajo (SST), para construir una cultura de prevención al interior de las diferentes empresas.

Conclusiones:

  • Resulta importante resaltar que, pese algunas dificultades, el Sistema General de Riesgos Laborales demostró que su diseño permitió afrontar los dos años críticos de la pandemia. No obstante, se requiere seguir estudiando la incidencia de este suceso en la estructura, la regulación, la administración, el financiamiento del sistema, como también en el alcance de sus coberturas, la distribución de los recursos y la gestión de los actores que en él participan.
  • Es necesario hacer una revisión general del sistema, que considere la responsabilidad de los actores, los roles y la coordinación de las autoridades, la disposición de los recursos y los instrumentos o mecanismos para la atención de crisis como los previstos en otras naciones para tal fin.
  • Dada la multiplicidad de dimensiones afectadas por la pandemia, se requiere que, para los años venideros, se plantee un manejo multidimensional que permita abordar los diferentes componentes que conforman la salud integral de un individuo: aspectos físicos, mentales, sociales, laborales y económicos, que son determinantes de la salud.
  • Es preciso considerar la influencia de las condiciones de vulnerabilidad como el género, los niveles de conocimiento, la profesión, entre otras, que pueden generar magnificación del efecto de los riesgos y peligros que generó la pandemia o que pueden generar coyunturas futuras de similar naturaleza; esto será un punto que tendrá que considerarse para las políticas y ajustes del sistema.
  • Es necesario analizar el posible impacto a mediano y largo plazo de las nuevas coberturas y de las secuelas o los efectos, aún desconocidos, que pueda traer la enfermedad de COVID-19, como también su repercusión en la sostenibilidad del sistema.